Desde EL LIBERTADOR se anticipó hace varios meses que Gustavo Valdés va por la UCR Nacional. Y conforme avanzó este 2023 de alto voltaje electoral, quedó en evidencia la estrategia del Gobernador correntino.
Apoyos en Misiones, con Árjol, también a su amigo Naidenoff en Formosa, así como a Carolina Losada en Santa Fe, al igual que en Entre Ríos y el manifiesto acompañamiento a «El Zorro» Zdero en el Chaco habían expuesto su primera jugada. Una movida regional como prólogo de una avanzada que va por todo dentro del partido de Alem.
Y en las últimas horas, amplió su táctica alcanzando territorio mediterráneo. Medios nacionales como La Política advirtieron ello, asegurando que «el correntino quiere poner unas fichas en la convulsionada interna radical de Córdoba que se dirimirá en abril».
Fue después de las victorias de la UCR en cinco provincias. De allí, resultó que los correligionarios cordobeses quedaron cabizbajos y resignados, pensando en lo que pudo ser. Es que, por primera vez desde el retorno de la democracia, el partido no tuvo candidato a gobernador en la elección que ganó el peronista Martín Llaryora y donde los radicales decidieron encolumnarse detrás de la postulación de Luis Juez.
Con esto, y en medio de un clima de efervescencia en el siempre convulsionado mapa radical, el que decidió ramificarse en Córdoba con miras a 2027 fue Gustavo Valdés.
Reconocen en Zdero un alfil fundamental para abroquelar a sectores partidarios de distintos puntos del país de manera de instalar un polo de poder interno.
Aseguran que, en la maniobra del Gobernador correntino, entra también el intendente de Rosario, Pablo Javkin; el misionero Martín Arjol y dirigentes en La Pampa, Catamarca y San Luis. «Es un grupo en crecimiento y en pleno trabajo de muy bajo perfil», reconocieron desde el entorno del mandatario provincial.
«En Córdoba, ya hizo el desembarco», sentenciaron en las últimas horas. Habría sido a través de un viejo aliado y a quien se conoce de la época de ambos en la Juventud Radical: Javier Bee Sellares, que junto a Valdés y Javkin ocupó la cúpula de dicho espacio nacional en los 90.
Sostienen que, con el referente cordobés, el correntino pretende muscular mientras mira cómo van a jugar otros referentes de peso en la UCR Nacional como Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti; o del mendocino, Alfredo Cornejo.
Los hombres de Evolución apuestan al eje que integran sus aliados de Córdoba, Marcos Ferrer y Rodrigo de Loredo, donde el Intendente de Río Tercero desplazó al Diputado del primer lugar de preferencias en los despachos porteños.
En tanto, la reciente victoria del mendocino Cornejo el domingo pasado, aceleró las pretensiones de la diputada, Soledad Carrizo por conformar un núcleo propio e ir también por la pelea del partido. Intenciones que perfiló con más ahínco hace meses cuando, además de afirmarse en Cornejo, se jugó de lleno por la candidatura de Patricia Bullrich en la Paso de Juntos por el Cambio.
Los alfiles territoriales
«El armado va a empezar a mostrarse no sólo con Zdero, sino también con Javkin», aseguran fuentes partidarias, reconociendo un eje político en marcha.
Un detalle no menor es que, por el momento, el gobernador electo santafesino, Maximiliano Pullaro, no abrió canales de diálogo. Quizás por el evidente apoyo que hizo Valdés a favor de Carolina Losada en las Primarias de agosto.
En Córdoba, los enrolados en el equipo de Valdés destacan que tendrá presencia en la Legislatura y en el Concejo Deliberante a partir de diciembre. En la Unicameral, con la legisladora Ariela Szpanin; y en el Concejo, con Juan Balastegui, que responden de manera directa a Bee Sellares. Y, por ende, harían lo propio con Valdés. Además, el mandatario correntino, desde siempre tuvo como su operador partidario principal a un dirigente cordobés. Un funcionario de tiempos de la Intervención, que supo ser Director del Banco de Corrientes, quien fue el que pidió a Oscar Aguad que incluyera a Valdés en la lista de concejales capitalinos. Actualmente, es el número 2 de Lotería Correntina y esposo de la nueva titular del BanCo.
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