Crece la preocupación por los numerosos casos de violencia digital que vienen ocurriendo en el último tiempo en la provincia. Se trata de una tendencia mundial que deriva de la utilización de la tecnología, de Internet y la Inteligencia Artificial.
En la semana generó escándalo la noticia de un grupo de alumnos de una escuela correntina acusado de editar fotografías de sus compañeras y venderlas como imágenes pornográficas en una red social.
En diálogo con EL LIBERTADOR, Sofía Vallejos, concejal capitalina y además magíster en Tecnologías de la Información, señaló que antes que nada se debe concientizar que se trata de un delito de violación de la intimidad que supone vulneración de derechos y apuntó fundamentalmente a la educación en ciudadanía digital.
La funcionaria además es licenciada en Sistemas de Información, profesora universitaria en Informática, diplomada en Género y especialista en ESI.
Como concepto se puede decir que la violencia digital implica el hostigamiento o acoso virtual a través de medios digitales como Twitter, Instagram, Facebook, Snapchat y Tik Tok, foros en Internet, plataformas de juegos o mensajerías y celulares, cuyas consecuencias pueden derivar en daños psicológicos o emocionales importantes, en el ámbito de su vida privada o en su imagen propia.
«Primero es importante conocer bien los conceptos, porque también hay mucha confusión, yo creo que la mejor prevención es a través de la educación. Además, tener presente, primero que nada, cuando ya son un poco más adultos, y ya pueden entender que están cometiendo un delito, porque hay una Ley de Protección Integral de las Mujeres, por ejemplo, que tenemos una Ley Olimpia, que también yo creo que hay que darle más difusión», indicó.
A lo que agregó: «Es violencia digital cuando la otra persona no está de acuerdo. Porque puede ser que lo consideren gracioso utilizar la Inteligencia Artificial, en poner en el cuerpo, por ejemplo, de un Superman. No me parece malo de ponerle la cara a un hombre o a una chica, siempre y cuando, reitero otra vez, esté de acuerdo la otra persona».
Así se refirió a su rol de docente e indicó: «Cuando uno le enseña a utilizar este tipo de herramientas, busca que el aprendizaje sea significativo, tiene que despertar un interés y una motivación en ellos», y es allí, donde -según consideró: «No hay que olvidar la ciudadanía digital y enlazarlo con la Educación Sexual Integral (ESI)»
«Los docentes somos los primeros que tenemos contacto con los estudiantes y detectamos estos casos de que las niñas y jóvenes, o los niños también, difunden imágenes o videos personales. Que a lo mejor no son ni siquiera de carácter sexual. Sino que lo que es una imagen que le tomaron mal sentado a alguien, o mal sentada a alguien y ya empieza una difusión digital en las redes sociales o manipulada por cualquier herramienta. Hoy con la inteligencia artificial se pueden hacer muchas cosas sin el consentimiento de la persona y ahí generamos bullying. Estamos teniendo muchos casos de intentos de suicidio. Y lo más importante es que tienen que saber que están protegidos por ley».
Hizo hincapié en que una vez que está en las redes, es imposible bajarlo y cualquiera puede acceder.
«Para mí educando y sensibilizando serían las maneras de prevenir, y también que sepan las consecuencias que puede ser. No sólo por supuesto el daño moral que se le puede ocasionar a la persona, sino que esto es un delito. Porque está protegido por ley. Que también yo creo que desconocen», concluyó.
Gravedad de la
manipulación de la imagen
La funcionaria recalcó la importancia de la difusión de la ciudadanía digital, que lo propone en un proyecto de ordenanza, a partir del cual se den a conocer los alcances y los daños de la manipulación de la imagen.
«La idea es enseña a que cuando se crean las cuentas, de no poner las mismas contraseñas. Que una vez que subieron a las redes, ya no es más información de las personas. Una foto que subimos a las redes sociales, nosotros ya le dimos el permiso a esas redes sociales que difunden nuestra información», ejemplificó.
Es así que explicó: «Cuando uno se saca foto con una cámara fotográfica que es un celular, y piensa que es privado, por supuesto lo es, pero por ejemplo, está asociada a una cuenta Google. Para eso está Google Fotos, que si no se tiene configurado, automáticamente lo subió a Internet y ya está en la Nube. Todavía privado si tiene protección de sus claves».
Compartió en que hay muchos casos en que se sale adelante por la familia, aunque no siempre sucede así porque la familia a veces no se entera y cuando se entera ya es tarde. O sea, también esto, difundir entonces por ahí los problemas, la tragedia que puede generar este tipo de cosas.
Finalizó: «Esto es algo a nivel mundial que hay que trabajarlo mucho, en la protección de los datos, en sus distintos formatos, digamos, esto sería la imagen».
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