La presencialidad escolar, en plena segunda ola de Covid-19 reabrió la grieta entre los gremios docentes, los cuales se debatieron entre avanzar con medidas de fuerza la semana pasada o tender puentes de entendimiento con el Gobierno provincial.
04-POLITICA-13Las diferencias en los planteos quedaron evidenciadas el pasado jueves, cuando el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Corrientes impulsó un paro por 48 horas al considerar que los docentes no estaban en condiciones de retornar a clases, de manera segura. Contrariamente a lo que sucedió en otras ocasiones, el plan de lucha tuvo una fuerte adhesión tanto en Capital como en el Interior.
Como contracara, las demás agrupaciones se reunieron el viernes pasado con la ministra del área, Susana Benítez para debatir sobre el desarrollo del ciclo lectivo.
Aunque oficiallmente la mayoría de los sindicatos aparezcan en armonía con la gestión del gobernador Gustavo Valdés, se comenta en los pasillos que el clamor de las bases no va de la mano con las conducciones.
«Jueves y viernes el acatamiento al paro fue del 70 por ciento. Eso habla de que parte del sindicalismo no está en sintonía con sus afiliados. Hay muchisimas demandas que no fueron oidas en el Ministerio de Educación y no lo pueden tapar por más fotos de reuniones que organicen», puntualizó a EL LIBERTADOR una dirigente de Amet.
BATIR EL PARCHE
Así las cosas, los llamados docentes autoconvocados marcharon los dos días exigiendo vacunación plena para docentes, segundas dosis para trabajadores en edad de riesgo y compensación monetaria en conectividad, entre tantos ítems.
Entre idas y vueltas, la Junta Ejecutiva del Suteco denunció los intentos de impedir el derecho a demandar protección de la salud y la vida de docentes, estudiantes y tutores en plena crisis epidemiológica.
Se debía que el paro no fue dispuesto con motivo de un conflicto colectivo «de interés» (único que habilita la competencia de la Dirección de Trabajo para intervenir en un conflicto colectivo), sino al rechazo a la decisión oficial de habilitar las clases presenciales en un contexto sanitario de emergencia de la provincia.
«Lo concreto que tuvimos que pasar fue que ante la negativa de recepción de la nota-comunicación del paro por parte de la Dirección de Trabajo -bajo el argumento de que no estaba habilitada la Mesa de Entradas y Salidas y que ningún funcionario estaba autorizado para la recepción-, el Suteco a través de sus directivos hizo labrar un Acta de Constatación Notarial de la grave irregularidad cometida por la Dirección de Trabajo de la Provincia», denunciaron.