Ante el recorte de la Coparticipación, anunciada al tono de las modificaciones fiscales que impulsa a nivel nacional la cartera de Economía, exacerbó la situación financiera de numerosas comunas en el Interior de Corrientes.
En concreto, la reducción de ingresos provenientes del Gobierno central augura nuevos aprietos para las administraciones locales, que ahora deben encontrar maneras de equilibrar sus presupuestos y cumplir con las metas que se habían fijado al concluir el ejercicio 2022, para el ciclo en transcurso, o, anticipadamente, darlas por «irrealizables».
En los últimos siete días, intendentes de distintos municipios advirtieron que la quita del Impuesto a las Ganancias y la devolución del IVA impactarán directamente en la capacidad de las comunas para financiar sus propios programas de gobierno, falta que, anticipadamente, los ha llevado a una reevaluación de gastos y prioridades locales que implicará ajustes en áreas clave.
TRABAJAR ALTERNATIVAS
Perplejas frente a un horizonte incierto, pudo saber EL LIBERTADOR que, las intendencias han puesto a trabajar a sus equipos de Hacienda en estrategias para acordar planes de disminución de recursos, en los que destacarán medidas de optimización de la recaudación, búsqueda de eficiencia en la gestión de servicios municipales y revisión de proyectos de inversión a largo plazo.
El impacto de estas medidas no se limitará sólo a la economía de los municipios, probablemente también afecte al mantenimiento de la infraestructura y la capacidad de respuesta ante emergencias, escenario desde el cual, en algunas administraciones, se han abierto interrogantes sobre si este decididamente será un escenario que demandará la aplicación de nuevos mecanismos de inversión público-privada o la apertura de convocatorias ciudadanas para financiar solidariamente de forma colectiva planes y proyectos diagramadas por áreas técnicas, principalmente en materia de obra pública.
Intendentes de distintas localidades, entre ellas Curuzú Cuatiá y Paso de la Patria, advirtieron que la incertidumbre económica a nivel nacional y la falta de claridad en las políticas fiscales del Gobierno central han generado un desafío adicional a las comunas, ya obstaculizadas en su planificación anual y a largo plazo por la volatilidad financiera y la necesidad de adaptarse constantemente a cambios drásticos de ingresos y gastos.
Otras alternativas en evaluación sería establecer redes entre administraciones vecinas para dar impulso a la promoción de la inversión privada con el objeto de generar garantías en el ámbito local capaces de compensar la incertidumbre que deviene del desenvolvimiento del escenario económico nacional. En este contexto, atravesado por la tangente electoral, la colaboración entre municipios se vuelve esencial para compartir recursos y conocimientos sobre la gestión eficiente de los servicios públicos, con la mirada puesta en crear lazos de cooperación regional como forma efectiva de abordar desafíos comunes, se señaló.
Menos obras
Intendentes de distintas comunas adelantaron que la reducción en la Coparticipación se traducirá, puntualmente, en sus ámbitos de jurisdicción, en una revaluación de prioridades en cuanto a proyectos de infraestructura, los cuales podrán verse parcialmente afectados o retrasados, debido a la falta de recursos, hecho que impactará de lleno en la creación de empleo y en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
Los jefes comunales advirtieron que la falta de claridad en las políticas económicas, además, ha creado tal incertidumbre en la toma de decisiones locales, que la mayoría de los equipos de obra ha decidido mantenerse a la espera, cautelosos al planificar sus presupuestos y prioridades, lo que, en contraste, implicará más demoras y reevaluaciones de programas y proyectos en función de la disponibilidad de fondos que mes a mes son corroídos por la inflación de precios.
Los intendentes remarcan que, ante este panorama, mantener la expectativa sobre la inversión privada es «la mejor opción» debido a que, de seguir así, el plano económico dejará a los aportantes de capital como única opción válida como fuente potencial de financiamiento para proyectos locales, frente a un Estado local pauperizado.
Aumentar la recaudación, un desafío mayor
Ante este nuevo escenario, reducir la incertidumbre económica y fortalecer la capacidad de adaptación constante serán desafíos que las intendencias deberán abordar de manera proactiva, con planificación estratégica y la gestión eficiente de recursos esenciales para desenvolverse en un entorno inestable.
La necesidad de aumentar la recaudación local se convierte en un desafío aún mayor en municipios que deberán buscar equilibrar la falta de recursos federales con eficiencia en la gestión de impuestos y tasas locales que, una vez más, serán cruciales para mantener el funcionamiento de los servicios públicos.
La capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia, principalmente incendios e inundaciones, también podría ser comprometida por la falta de recursos, hecho que retrasaría seriamente las previsiones en materia de seguridad y el bienestar que las comunas proyectan para dar respuesta a la crisis climática.
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