¿Qué hará el Gobernador este domingo de elecciones? ¿Qué hizo estos días previos? ¿Qué espera de los resultados? ¿Qué postura asumirá en caso de que «Pato» Bullrich clasifique a la segunda vuelta? ¿Y cómo se posicionará si la victoria de mañana se diera a favor de Milei? ¿Espera un topetazo de Massa?
Todas preguntas a las que se podrían añadir muchas más. Y no se trata de un análisis obsecuente o crítico, se debe a que es la figura que dirige el destino de los correntinos en medio de un contexto histórico, que podría significar un cimbronazo para las viejas (ya con 40 años de vigencia) estructuras políticas e institucionales.
«No se puede tapar el sol con las manos», reconoció un viejo dirigente del oficialismo, advirtiendo que se deben congeniar innumerables detalles para que las fuerzas tradicionales puedan aplacar la potencia que agarró la oferta electoral libertaria.
Esta intranquilidad también cunde en el kirchnerismo, donde están decididos a poner toda la carne en el asador (aunque hoy, trazar una analogía con ese menú tradicional se traduce en una quimera). Massistas y militantes del espectro K apuestan a sostener las performances logradas en las Primarias, donde dieron el batacazo en varios bastiones radicales, como Goya y Monte Caseros.
Además, resuena en los pasillos la variable del «fuego amigo», emanada de los resultados señalados en el párrafo anterior, con algunas declaraciones de última hora que propusieron engendros electorales so pretexto de evitar el triunfo de uno de los tres presidenciables (son 5 en total) con más chances.
Con todo este peso específico de la política neta, así como de las estrategias creadas para la competencia democrática, Gustavo Valdés transitó los días previos en la Capital provincial.
Es que el mandatario provincial siempre trabaja fuerte la estructura capitalina no sólo del radicalismo, sino de ECO + Vamos Corrientes entero. Desde su residencia de la Costanera monitorea todo el territorio correntino.
Se encarga de cada detalle del armado logístico, se reúne también con los principales integrantes de la alianza que llegan desde cada rincón de la provincia. Mira y revisa las encuestas que pululan por doquier, sabiendo que éstas no ofrecen nada de certezas, tal como la reciente historia lo viene mostrando.
EL LIBERTADOR pudo saber que la tensión es tal que, el jueves, después del acto en el club San Martín, Valdés cenó con varios integrantes del «círculo rojo» local. La tertulia giró sobre los posibles escenarios que puedan surgir de las urnas. Dos negativos y sólo uno, positivo.
La segunda vuelta con Bullrich adquiere -para muchos- sólo tintes retóricos. Para otros, hay posibilidad de que prime la cordura y que la gente evite a la propuesta que hoy llevó al dólar cerca de los mil pesos, con más del 60 por ciento de la población en situación precariedad económica. También confían en la campaña que los hizo coincidir con sus contrincantes, que también apuntaron al miedo, para frenar la avanzada de una propuesta que pretende ensayar el resurgimiento menemista.
Hoy, se verá la verdad. Todos coinciden en que habrá segunda vuelta ¿Será?
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