En los próximos días, se realizará la entrega de los terrenos que fueron adquiridos años atrás por la Municipalidad de Santo Tomé con fondos nacionales, para las familias que habitan zonas inundables.
«Vamos a entregar los lotes de la manzana que oportunamente fuera comprada por la Comuna con la intención de donar a la gente que vive en zonas inundables», afirmó el intendente, Augusto Suaid en una entrevista con Digital Santo Tomé.
«Tuvimos que hacer un replanteo de los beneficiarios originales porque hay familias que ya habían tomado el lugar y había que respetar eso», aclaró.
Aseguró que siguen monitoreando el comportamiento del río Uruguay en conjunto con el área de Defensa Civil y otros organismos que atienden a los evacuados, aparte de la asistencia recibida del Gobierno provincial. «Vamos a entregar de una vez esos terrenos para que la gente pueda salir de la zona inundable», enfatizó.
«En ciudades como Alvear y La Cruz también tuvieron inconvenientes con la crecida del río, pero la mayor cantidad de evacuados se registró en Santo Tomé», detalló.
PERSPECTIVAS
El director de Defensa Civil local, Carlos Molina precisó a EL LIBERTADOR que la altura del río Uruguay del puerto de Santo Tomé alcanzó los 12,11 metros ayer al mediodía, bajando cinco centímetros por hora.
El miércoles 25, a la noche recién se bajó de la marca de 12,50 metros, altura que dejó 88 familias evacuadas y 307 autoevacuadas.
«Los puertos hasta El Soberbio están en bajante, lo que nos permitiría en estos días que el río siga bajando y tengamos la mayor cantidad de gente que pueda volver a sus hogares, teniendo en cuenta que los primeros evacuados empezaron a salir con 11 metros de altura», comentó.
«El tránsito de la Ruta Nacional 14 y la Ruta Provincial 94, no fue interrumpido en ningún momento, considerando que el domingo la altura del río llegó a 15,56 metros», señaló.
«El pronóstico meteorológico por estos días, si bien marca lluvia, no tendrían tanta incidencia en la altura del río hasta el momento. Nosotros hacemos una proyección entre 24 y 48 horas, que es lo que nos permite evaluar, si la situación se va a poner crítica o no acá», comentó.
También señaló como indicador que ayer por la mañana, «la represa Chapecó estuvo evacuando un volumen bastante bajo de agua, en el orden de los 3.300 metros cúbicos».
«Para nosotros ese es un caudal bajo, considerando que el pico de esta creciente llegó a 25.000 metros cúbicos por segundo», explicó.
PICOS
Por otra parte, el director de Defensa Civil de Paso de los Libres, Alcides Acuña comentó a Radio Dos que se esperaba que la crecida del río Uruguay alcanzara ayer su pico más alto, aunque su bajante será lenta.
Hasta la jornada de ayer, eran 112 evacuados asistidos en los centros y eran 162 las familias autoevacuadas.
«El regreso de los evacuados va a ser bastante demorado, porque una vez que baje el agua tendremos que trabajar en la desinfección y acondicionamiento de sus hogares», agregó.
«Es una de las crecidas más grandes de la historia de Paso de los Libres», aseguró el funcionario municipal al recodar que en la más grave había superado los 13 metros.
Otro problema: la lluvia
En Mercedes, los temporales de lluvia y viento perjudicaron a los edificios. Esta semana, se hizo entrega de asistencia económica a diferentes entidades, entre ellos, el Club Social Mercedes.
Se entregó materiales para realizar tareas de infraestructura en sus instalaciones. El monto de la inversión realizada fue superior a los 1.700.000 pesos y consistió en chapas, tornillos y perfiles.
ESPACIOS Y OPORTUNIDADES
PARA LOS JÓVENES
«Las instituciones deportivas son muy importantes para cada ciudad, porque contienen a nuestros niños y jóvenes con diversos espacios y actividades», destacaron desde la Comuna.
Siguiendo esta línea, también se entregó un subsidio a los alumnos de la Escuela Técnica Libertador General José Francisco de San Martín, destinado a cubrir los gastos de la construcción del segundo auto eléctrico mercedeño.
El drama en primera persona:
«Tenemos que empezar de cero»
Hugo Trindades es un reconocido poeta alvearense, quien también se dedica a la fabricación de ladrillos.
En diálogo con Radio Dos, contó que el agua descendió 10 centímetros y se estacionó, a la espera de que circule, pero se preparan para «empezar de cero» con lo que quedó.
«Sacamos lo que podemos sacar, pero siempre se pierde. Hoy por hoy, no se puede comprar nada. Hay que seguir con lo que quedó nomás y ya está», se lamentó.
MIEDOS
«Llevamos todo para el fondo porque andan a la noche merodeando. Hay que hacer una vigilancia por los mismos vecinos, tenemos que cuidarnos entre nosotros», reveló.
EL REGRESO A CASA,
LO MÁS TRISTE
Señaló que el momento de volver a casa «es lo más triste que hay, porque nos encontramos con tanta mugre y barro que queda abajo, podridos».
«Hay que baldear todas las paredes y los contrapisos. Desinsectar y hay que tener un cuidado porque la última vez quedaron muchas víboras arriba sobre el techo», agregó.
«Es un recomienzo muy grave, muy triste, eso es lo que pasa con mucha gente», expresó.
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