Levantar la medida de fuerza que en la víspera venía realizando la Unión Tranviarios Automotor (UTA) tuvo como trasfondo la participación de diferentes estamentos de los Estados provincial y municipal.
Caso concreto fue el ultimátum lanzado por el mismo Municipio capitalino a las empresas prestatarias, en pleno paro, y bajo la esfera de la Secretaría de Trabajo de la Provincia.
Así las cosas, en un documento al que tuvo acceso EL LIBERTADOR se deja constancia de que la paciencia de las autoridades comunales y de la Provincia estaba llegando a su fin, habida cuenta la falta de resolución de las firmas del rubro en un conflicto de índole salarial, que lleva larga data.
«Respaldada en el pliego de licitación, el Municipio tomará la decisión de tomar a su cargo el servicio y/o brindarlo por administración para asegurar la prestación mínima del transporte público de pasajeros a los usuarios», se deja de manifiesto en el documento, elaborado en presencia de todas las partes.
En los hechos, el mismo intendente, Eduardo Tassano dialogó en la siesta con medios radiales, y en las consultas, el Jefe comunal dejó notar su hastío por una situación que provocaba malestar en el mismo gobernador, Gustavo Valdés aquejado por el reclamo y la indignación ciudadana.
«Este sistema no puede seguir, es algo que exige una revisión para que sea más estable», puntualizó Tassano, dando un tiro por elevación a la firma que tiene la concesión de la mayoría de las recorridas en la Capital provincial.
Tassano subrayó en contacto con medios de prensa que «deben esperar a las medidas que anuncie Javier Milei para evaluar cuál es el camino más óptimo, ya que por un lado tienen una inflación que no da tregua y por otro lado tanto Municipio, como Provincia y la Nación vienen aportando subsidios para evitar la suba del boleto».
Aunque el alcalde capitalino haya invocado lo que podría venirse el domingo con la asunción del libertario, fuentes comunales aseguran que tanto Tassano como Valdés se estaban hartando de los incumplimientos empresariales, los cuales derivaron -primero- en seis días de paro, al tiempo que amenazaban con extenderse en este fin de semana largo.
«Para colmo, siempre los problemas los tienen en Corrientes, se nota mucho la desprolijidad», aseguraron fuentes consultadas.
Cabe recordar que Valdés se refirió a la problemática el pasado miércoles, luego de que la UTA anunciara un nuevo paro.
«Seguimos poniendo plata y sigue habiendo paros, lo que no es un círculo saludable para las personas de a pie. Veremos cómo podemos aportar, pero lo que está claro es que hay un sistema nacional de transporte que está colapsando. Se ponen cerca de 1.000 millones de pesos mensuales en subsidios. No puede ser que a pesar del subsidio de la Municipalidad, de la Provincia, de Nación, no se tenga el servicio. Hay que analizar la cuestión con mucha profundidad. Estamos en un momento bisagra en el transporte», manifestó indignado el titular del Ejecutivo provincial.
Ersa anunció que se va
En una jornada cargada de dimes y diretes, la empresa Ersa formalizó el anuncio de que se alejará del servicio de transporte tras 60 años ininterrumpidos de prestación (ver más página 5). En este marco, el vocero corporativo Gustavo Larrea explicó que la medida de fuerza de la UTA se originó debido a la falta de cumplimiento de un acuerdo salarial que involucraba un aporte de 2.500 millones de pesos mensuales por parte del Gobierno nacional.
El delegado empresarial señaló que «el incumplimiento de este acuerdo generó un paro de seis días en octubre y ahora, nuevamente, los trabajadores del transporte se ven afectados ante la falta de subsidios».
En este sentido, el ex funcionario municipal resaltó la complejidad del escenario al que se enfrentan las empresas, destacando «la falta de ingresos y la imposibilidad de cumplir con los compromisos asumidos».
.