Javier Milei, líder de La Libertad Avanza, es desde ayer, domingo 10, el presidente de la República Argentina. Finalmente, luego del sorpresivo salto que tuvo con las elecciones de primera vuelta y el ballotage que lo catapultó en el escenario político dentro y fuera del Congreso, el ex diputado nacional recibió, junto a la nueva vicepresidente Victoria Villarruel, los atributos de Alberto y Cristina Fernández.
«Hoy comienza una nueva era en la Argentina», expresó el nuevo Presidente desde las escalinatas del Congreso nacional, y acentuó: «Hoy damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive. Comenzamos el camino de la reconstrucción de nuestro país». «Los argentinos, de manera contundente, han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno», sostuvo, y subrayó: «No hay vuelta atrás». «Hoy enterramos décadas de fracaso, peleas intestinas y disputas sin sentido», dijo Milei, y remarcó: «Peleas que lo único que nos permitió es destruir nuestro querido país y dejarnos en la ruina». «Hoy comienza una nueva era en la Argentina, una era de paz y prosperidad, una era de crecimiento y desarrollo, una era de libertad y progreso».
De manera sintética, el Presidente rememoró a la Independencia de 1816, a la primera Constitución, rubricada en 1853, y a la adopción de ideas liberales, en esa época, a la que caracterizó como la de mayor expansión económica en la historia del país.
Asimismo, criticó el abandono de aquellos principios en favor del colectivismo, modelo al que acusó de ser el causante de la pobreza y del estancamiento que, actualmente, sume a la población argentina.
El Presidente dijo que aquel modelo ha fracasado, especialmente en términos económicos, y remarcó que, con su jura, inició la reconstrucción.
«Durante más de 100 años los políticos han insistido en defender un modelo que lo único que genera es pobreza, estancamiento y miseria», sostuvo, y continuó: «Un modelo que considera que los ciudadanos estamos para servir a la política y no que la política existe para servir a los ciudadanos». «Un modelo que considera que la tarea de un político es dirigir la vida de los individuos en todos los ámbitos y esferas posibles», afirmó, y añadió: «Un modelo que considera al Estado como un botín de guerra que hay que repartir entre los amigos».
«Señores, ese modelo ha fracasado», sentenció el nuevo presidente Javier Milei, y señaló: «Hoy comenzamos la reconstrucción de este modelo».
Libertad económica para combatir la pobreza
Javier Milei, el nuevo mandatario nacional también hizo hincapié en la pobreza generalizada y subrayó el deber de abordarla mediante la libertad económica en lugar de planes asistenciales.
El Presidente remarcó que recibe de Alberto Fernández «un país donde la mitad de la población es pobre, con el tejido social completamente roto». «Más de 20 millones de argentinos no pueden vivir una vida digna porque son presos de un sistema que lo único que genera es más pobreza», precisó, y parafraseó: «Como dice el gran Jesús Huerta de Soto, los planes contra la pobreza generan más pobreza; la única forma de salir de la pobreza es con más libertad». «Al mismo tiempo, 6 millones de chicos hoy a la noche se irán a dormir con hambre, que caminan descalzos por la calle, y otros que cayeron en la droga», sostuvo.
Profundo deterioro del sistema educativo
El líder de la Libertad Avanza, también aprovechó su discurso para expresarse sobre el deterioro de la Educación, con un bajo porcentaje de estudiantes que completan la escuela en tiempo y forma, y sobre el desafío de mejorar la calidad educativa.
«Para que tengan idea del deterioro que vivimos, sólo el 16 por ciento de nuestros chicos se reciben en tiempo y forma de la escuela, sólo el 16 por ciento, sólo 16 de cada 100», afirmó, y dedujo: «Es decir que el 84 por ciento de nuestros chicos no termina la escuela en tiempo y forma». «A su vez, el 70 por ciento de los chicos que sí termina la escuela no puede resolver un problema de matemática básica o comprender un texto», indicó y sustentó: «De hecho, en las últimas evaluaciones Pisa, la Argentina se encuentra en el puesto 66 de 81, y séptima en América Latina».
Crítica a la situación de la seguridad
El Presidente fue taxativo al considerar que «en materia de seguridad, la Argentina se ha convertido en un baño de sangre». «Los delincuentes caminan libres mientras los argentinos de bien se encierran tras las rejas», afirmó, y apuntó: «El narcotráfico se apoderó lentamente de nuestras calles a punto tal que una de las ciudades más importantes de nuestro país ha sido secuestrada por los narcos y la violencia».
En ese sentido, Javier Milei afirmó que las «fuerzas de seguridad han sido humilladas durante décadas», que «han sido abandonadas por una clase política que le ha dado la espalda a quienes nos cuidan». «La anomia es tal que sólo el 3 por ciento de los delitos son condenados», sostuvo, y sentenció: «Se acabó con el siga-siga de los delincuentes».
Crisis en la Salud Pública
También advirtió, el nuevo Presidente sobre la severa crisis que atraviesa el sistema de Salud, subrayando la persistencia de falta de infraestructura y de ineficiencia, durante y luego de la pandemia del Covid-19.
Milei dijo que «en materia de Salud, el sistema se encuentra completamente colapsado». «Los hospitales están destruidos, los médicos cobran miserias, y los argentinos no tienen acceso a salud básica», sostuvo, y remarcó: «Tan es así que, durante la pandemia, si los argentinos hubiéramos hecho las cosas como la media de los países del mundo, hubiéramos tenido 30.000 muertos; pero gracias al estado de descuido e ineficiencia, 130.000 argentinos perdieron la vida».
Infraestructura precaria
A su vez, Javier Milei dedicó un generoso fragmento de su discurso a la situación precaria de la infraestructura vial, a la cual advirtió con un muy bajo porcentaje en buen estado.
«En todas las esferas, miren donde miren, la situación de la Argentina es de emergencia. Si miramos la infraestructura de nuestro país, la situación es la misma», sostuvo, y precisó: «Sólo el 16 por ciento de nuestras rutas se encuentran asfaltadas y sólo el 11 por ciento se encuentra en buen estado». «Por eso, no es casualidad que mueran cerca de 15.000 argentinos por año en accidentes de tránsito», agregó, y subrayó: «Lo que quiero graficar con todo esto es que la situación de la Argentina es crítica y de emergencia».
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