El justicialismo bonaerense se reunió luego de que se conociera el Decreto de Necesidad y Urgencia N° 70 rubricado por Javier Milei, para la desregulación de la economía argentina. Fue una oportunidad en la que Axel Kicillof, como el gobernador del principal distrito del país, ejerció su rol de referente. Lo hizo flanqueado por Máximo Kirchner y Sergio Massa.
Más allá de que la excusa para el convite fue la de activar un plan de contingencia contra las reformas del Presidente de la Nación, fue un momento ideal para mostrar la foto de unidad en la alianza.
Paradójicamente, desde el oficialismo nacional festejaron lo que calificaron como una sobreactuación del kirchnerismo y reconocieron que la propia contribuye a solidificar la amplia alianza del espectro no K. Precisamente, un error de cálculo de los kirchneristas que en el Senado terminó posibilitando una inesperada asociación de fuerzas que los desalojó del poder en la Cámara alta.
Con todo, y a esta altura, nadie está en condiciones de arriesgar el fin de la película. Aunque hay que tener en cuenta el perfil, sin dudas particular, del primer mandatario, que no es un Duhalde que abandona el poder con los muertos o el propio De la Rúa. Quizás en esto esté el secreto. Incluso así, las respuestas parecieron darla el dólar y los mercados que, aun con el impacto de los cacerolazos y la amenaza del paro, consideraron que el crédito del Presidente se mantiene vigente.
Por lo pronto, hubo dos pases de factura al presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner. El primero, de Juan Grabois; y el segundo, del intendente, Jorge Ferraresi. A ambos se sumó -a la última hora- «Juanchi» Zabaleta.
En tanto, no pocos apuestan a que finalmente la Corte Suprema resuelva, luego de la feria, la controvertida situación del PJ bonaerense. Para terminar de entender el personaje y el momento que se vive, hay que tener en cuenta que Milei considera que llega sin deberle nada a nadie. Que es un fundamentalista y que no tiene nada que perder.
No es un secreto la admiración de figuras como el Presidente de Ucrania o el propio Carlos Menem, como tampoco se puede soslayar que su presencia en la sede central del departamento de Policía de la calle Moreno fue todo un mensaje de quien se sabe Comandante en Jefe de las fuerzas armadas, con decisión de hacer valer esa prerrogativa.
De ahí, que apuntó a aparecer al frente de la coordinación del comando conjunto de las cinco fuerzas que se movilizaron durante la marcha de los grupos de izquierda, con la instrucción clara que hacer respetar la responsabilidad que tienen acorde a su función específica.
Diametralmente opuesto a lo que pretendió Alberto Fernández, de mandar al Ejército sin armas al frente.
El convite justicialista
La reunión de este viernes en La Plata contó con la presencia de dirigentes, entre los que se contaban intendentes, diputados y senadores provinciales, nacionales y también la presencia del ex ministro de Economía y quien fuera candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa.
La reunión duró cerca de 3 horas y se llevó adelante en el salón Dorado de la Gobernación bonaerense, fue el primer encuentro que realizó el peronismo desde la asunción de Milei y tras la reunión que el Presidente mantuvo con los 23 gobernadores.
Kicillof hizo un detallado análisis del impacto económico que tendrá no sólo el DNU que anunció el Gobierno nacional esta semana, sino también las medidas económicas que propuso el ministro del área Luis «Toto» Caputo.
La presencia de Massa fue uno de los aspectos novedosos. El ex ministro de Economía «volvió» a la escena pública luego de la derrota en el balotaje, más allá de una reunión que mantuvo con diputados nacionales del Frente Renovador, donde también se analizaron las disposiciones de la Nación.
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