La Corte Suprema recibió un pedido de amparo de La Rioja contra el mega DNU, pero definió que recién en febrero decidirá si lo trata. Una muestra cabal de la importancia de conocer el manejo de los tiempos en esferas que están más allá del efímero acontecer político. Y quien pareciera saber con exactitud esto es Javier Milei.
Lanzó el «mega» Decreto de Necesidad de Urgencia N° 70 en medio de movilizaciones piqueteras y sindicales. Se activó el 29 de diciembre y desde entonces rige con su suculento plan de desregularización de la economía argentina.
En el medio, la oposición, por el momento representada por los gremios, organizaciones sociales y, en los corrillos judiciales, por referentes como el gobernador riojano, Ricardo Quintela y el ex juez ultra kirchnerista, Eugenio Zaffaroni. El recurso elegido: el amparo.
Si bien la CGT hizo lo propio en forma extemporánea, desde que se habilitó la aplicación del DNU, recibió un gesto que ayer generó expectativa (ver aparte).
Pero en los casos anteriores, el máximo Tribunal del país, en una resolución, solicitó la opinión del fiscal general provisional de la Nación, Eduardo Casal, en consecuencia, antes de decidir si acepta discutir el tema. Lo resolvió de la misma manera que decidió que tomará posición luego de la feria judicial de enero, sin establecer una fecha específica.
Le dio este trámite al asunto porque sería un tema originario, es decir, un conflicto entre las provincias y el Gobierno nacional, mientras más de 25 pedidos de suspensión del DNU se tramitan en juzgados de Instrucción, pero presentado por sindicatos, abogados u ONG.
Los recursos de amparo tardarán meses en definirse en las instancias judiciales inferiores. Esta es la primera que llega directamente a la Corte por ser una provincia.
Además, durante las sesiones extraordinarias del Congreso de febrero podría haber apoyo o rechazo al DNU 70, lo que dejaría otro escenario jurídico para los supremos.
CONOCER
EL PANORAMA
Esta andanada de amparos y la temporalidad del trajín judicial parecieran no haber sido tomados en cuenta por quienes impulsaron los recursos. Pero sí por el Presidente. No es un hecho menor que se haya apoyado en Justicia sobre Mariano Cúneo Libarona, un experto del Derecho que conoce como pocos los andariveles de las distintas instancias.
En este derrotero, quien podía obtener alguna señal más pronta era Quintela, por tratarse de un reclamo institucional. Sin embargo, pasó a febrero.
APUESTA FUERTE
En este marco, Javier Milei y sus alfiles apuestan todo al «enero extraordinario». Ya con el DNU vigente y con la posibilidad de que la Bicameral lo avale, juega otras fichas a la «ley ómnibus», que transita los primeros días de 2024 con la conformación de las comisiones para adentrarse a una catarata de reformas que generarán debates «picantes» entre los bloques.
En el medio, quienes dirigen los recintos. Victoria Villarruel aún tiene los laureles obtenidos tras arrebatarle el control del Senado al kirchnerismo. Con la organización del núcleo anti K, acompañado por la UCR y el PRO, los libertarios confían en mantener la inercia para cuando se deban analizar los diferentes proyectos (ver página 2).
En el caso de Martín Menem, la cosa es diferente, pero se sabe de cierta tendencia parlamentaria debido a un hastío casi general ante la prepotencia K, que supo marcar la cancha desde siempre y que, ahora, con varias internas latentes, podría sentir el rigor de los bloques que pretenden un cambio, más allá de las formas libertarias.
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