Los carniceros se ven obligados a mantener los valores ante la caída drástica en el consumo. Aunque son conscientes de que, con esta suba del 88 por ciento en un mes, los combustibles impactarán de lleno en los proveedores, el flete y demás componentes del circuito logístico. Razón por lo cual, la semana que viene deberán ajustar sus precios.
Durante mediados del mes pasado la carne experimentó dos aumentos del 20 por ciento en menos de una semana. «Había personas que cada siete días venían a consultar precios y nosotros les pasábamos el nuevo importe, con aumentos. Es desesperante la incertidumbre con la que estamos viviendo todos», remarcó el encargado de una reconocida carnicería local.
DUDAS
«En cuanto al aumento de nafta todavía no sabemos qué va a pasar. Nuestras ventas cayeron un 40 por ciento en comparación con el año pasado. Es muchísima la diferencia. Podemos prever que va a haber aumentos fuertes si los costos suben. El combustible maneja todo y, de alguna manera, repercute en lo que se debe pagar», sostuvo el propietario de la carnicería.
«Nosotros queremos mantener los precios y no perder clientela, pero es muy difícil con los últimos aumentos que estamos sufriendo porque son muy grandes y muy bruscos. Es más grave todavía porque no se sabe hasta dónde van a llegar. El problema es que nosotros podemos tener la buena voluntad de cobrar más barato, pero a la gente no le alcanza para comprar porque hasta ahora no hay aumento de sueldos. Yo me dedico hace 55 años a este rubro y en comparación a las anteriores crisis que viví esta se percibe bastante fuerte, es importante», continuó.
Mientras que el encargado de una reconocida carnicería ubicada en la calle Buenos Aires compartió el mismo pesar «en relación al último aumento de la nafta, sólo podemos decir que todavía no tenemos precios nuevos. Mantenemos los mismos desde antes de las fiestas. En estos días seguramente van a pasar las listas nuevas los proveedores y en base a eso vamos a definir si aumentamos o no».
FIN DE AÑO
«Encima, la venta venía baja desde Navidad. Vendimos muy poco en esa fiesta y en Año Nuevo, eso es algo inusual ya que en las fiestas siempre se consigue algo de plata para consumir algo. La semana entre las fiestas se mantuvo el precio, que ya había bajado antes. Esto para mí se debe a que se inflaron mucho los precios, sólo por las dudas, y después cuando ven que la gente no compra, bajan. En Navidad la gente le dio la espalda al asado», agregó perceptivo el dueño.
En relación a lo que sucedió en la última semana de diciembre detalló: «El asado llegó a bajar hasta 1.000 pesos el kilo, mientras que otros cortes como la bola de lomo o el cuadril costaron 500 menos. Con los aumentos en cortes como peceto o matambre se dio marcha atrás. Lo mismo pasó con el costo: bajó y la media res también. Hay que recordar que, desde mediado de mes, la carne aumentó primero un 20 por ciento y, a la semana, otro 20 por ciento más. Esto llevó los precios muy altos».
«Para las fiestas nosotros bajamos los precios de cortes de asado, por decisión propia, para que la gente compre. Por ejemplo, la costilla que se encontraba a unos 7 y 8 mil pesos la bajamos a 4 mil. Hicimos esto porque necesitábamos vender, venía en caída el consumo. Mediante que aplicamos esta promoción se vendió todo, sino iba a ser más complicado. Porque ya nos había pasado en el 24 que no vendimos como esperábamos. Estábamos en un problema porque nosotros compramos la carne antes de las fiestas y eso no aguanta tanto, un mes como mucho», establecieron desde la otra carnicería.
CONSULTAS
«La gente consulta precios todo el tiempo y esto pasa porque hay mucha disparidad entre los comercios y también en comparación con los montos que manejan los supermercados. Por eso ya no consumen tanta carne. El pollo no aumentó tanto y el cerdo repuntó bastante en cuanto a consumo. Estas son dos buenas opciones para la gente al momento de ahorrar», señaló.
«Cada fin de año hay plata y la gente se vuelca a festejar. Este año no hubo euforia por comprar ni tanta alegría como para festejar algo porque la gente está angustiada», concluyó.
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