Diego García fue uno de los jugadores más importantes que tuvo la Liga Nacional de Argentina en épocas de gran explosión, en el comienzo del actual siglo. Fue una de las grandes figuras que tuvo el exitoso Ben Hur de Rafaela, encabezado por Julio Lamas en el banco y con Leo Gutiérrez como el estandarte dentro de la cancha.
Dejó su huella en distintos clubes y en la selección argentina y muchos recuerdan su paso por Regatas Corrientes en la temporada 2006/07, donde cumplió una gran labor.
El sancristobalense anunció en sus redes sociales con emotivas palabras su retiro. “Se terminó una gran parte de mi vida. Orgulloso de este hermoso deporte y de lo mucho que me dio. Carrera hecha realidad. Ni en mis mejores sueños”, expresó.
Y agregó: “Que me dejó? El crecer y superarme día a día como deportista pero sobre todo como persona. 44 pirulos. Gracias totales”.
El oriundo de San Cristóbal, nacido el 15 de septiembre de 1979, hizo un caminito de hormiga, batalló en las categorías menores del básquet argentino, fue escalando peldaño por peldaño hasta llegar a Estudiantes de Olavarría, donde pudo debutar en la Liga Nacional luego de ganar el TNA con Central Entrerriano en la temporada 2002/03.
Pasó un año en la ciudad bonaerense antes de llegar a Ben Hur de Rafaela. Allí ganó la Liga Nacional y la Liga Sudamericana y fue reconocido como el Jugador de Mayor Proyección en 2005. Jugó un año en Regatas Corrientes (2006/07), donde fue elegido en el Quinteto Ideal de la temporada y luego comenzó su experiencia internacional.
Tuvo un gran paso por España jugando en Burgos y Valladolid. Posteriormente, luego de cinco años, regresó a Argentina y tras dos temporadas, en 2014, partió a Quimsa de Santiago del Estero. Allí, con Silvio Santander como entrenador, consiguió su segundo título en la Liga Nacional.
Siguió jugando en la máxima categoría, tuvo una nueva experiencia internacional con Guaros de Lara y allí ganó la Liga Sudamericana de Clubes en 2017, la segunda vez que la conquistó. Su último equipo en la Liga Nacional fue Peñarol de Mar del Plata en 2018. Luego pasó a Ramos Mejía LTC a jugar el Torneo Federal.
Se mudó a Santa Fe, se instaló allí y jugó en Colón y en Unión, ambos en la Liga Argentina. En 2021 fue su última temporada como profesional, desde ese momento jugó en Rivadavia Juniors, uno de los clubes más importantes y con más historia de Santa Fe, disputó el torneo asociativo local e, incluso, la competencia federativa.
También fue jugador del seleccionado argentino. Durante cinco años vistió la camiseta albiceleste y fue contemporáneo de la Generación Dorada, con lo cual no pudo llegar a los Juegos Olímpicos y al Mundial.
Fue campeón Sudamericano y él mismo dijo en su oportunidad en una entrevista: “Es un sueño hecho realidad. Cualquier deportista de cualquier deporte quiere jugar para su país, representarlo, cantar el himno antes de los partidos. Eso fue lo que más me emocionó en el momento. Fueron cinco años espectaculares”.
Luego de concluir el 2023, tomó la decisión de retirarse de manera oficial del básquet a sus 44 años de edad. Ahora podrá pasar más tiempo acompañando a sus hijos en sus actividades y verlos crecer en el básquet, el deporte que tanto le dio a él.