El puente internacional Agustín P Justo-Getúlio Vargas, un símbolo de conexión entre la Argentina y Brasil, enfrenta actualmente una situación crítica de deterioro que amenaza su integridad estructural. Pese a los insistentes reclamos para que se realicen las obras de reparación propias que demanda no hay respuestas del Gobierno nacional y el viaducto que atraviesa el río Uruguay sigue mostrando un avanzado grado de desgaste, lo que genera preocupación en la comunidad y los empresarios del transporte.
ADVERTENCIAS
REITERADAS
La presidente de la Cámara Libreña de Empresarios del Transporte Automotor de Cargas y Afines (Calibre), Delia Flores, en diálogo con EL LIBERTADOR, manifestó su inquietud por el riesgo que representa transitar por el puente. La situación alcanzó niveles preocupantes, ya que incluso después de los trabajos de reparación realizados el año pasado en el lado brasileño, el estado del puente sigue siendo deplorable. En el lado argentino todo quedó en anuncios.
«Es desesperante como está nuestro puente y el flujo de vehículos se mantiene porque es la principal vía de comunicación terrestre con Brasil», insistió Flores. La vía, vital para el intercambio comercial y turístico entre ambos países, soporta el tránsito de camiones del Mercosur, así como de residentes de ambas orillas del río Uruguay y turistas.
En las condiciones actuales, con la superficie asfáltica visiblemente deteriorada, a lo que se suma la falta de mantenimiento estructural, quienes circulan por allí se enfrentan al riesgo de siniestros viales.
Las condiciones meteorológicas adversas, especialmente las lluvias, agravan la peligrosidad de la situación. Los baches, que se formaron rápidamente tras los intentos de reparación, obligan a los conductores a desviarse de su carril, generando situaciones potencialmente peligrosas para la vida de las personas. Esta realidad llevó a un constante reclamo por parte de la comunidad y de los sectores involucrados en el comercio internacional.
De acuerdo a Flores, los procesos de licitación para la reparación fueron un camino lleno de obstáculos, «con múltiples intentos fallidos que dejaron al puente abandonado a su suerte». A pesar de los anuncios de mantenimiento durante el último periodo del Gobierno anterior, los trabajos prometidos no se materializaron, y la nueva administración anunció que las obras públicas se realizarán a través de empresas privadas. «Es como empezar todo de nuevo», afirmó la especialista en comercio exterior con la incertidumbre sobre el futuro de esta infraestructura clave.
PROPUESTA
DE CONCESIÓN
Una propuesta de concesionar el viaducto, respaldada por diversos actores del comercio exterior, se presenta como una opción para asegurar el financiamiento necesario. Sin embargo, este enfoque también plantea desafíos logísticos y requiere una coordinación entre las autoridades de ambos países.
«Hay una fuerte opinión entre los que estamos operando en comercio exterior y las fuerzas empresariales de que se concesione este puente, cosa que a mí me parece una muy buena idea. Apoyaría esa idea de dar en concesión para que la concesionaria cobre peaje y con eso realice el mantenimiento», remarcó la empresaria.
«Sabemos que esto se trata en el ámbito de Cancillería, a cargo de Diana Mondino; tendría que ser con ella y estamos buscando la forma de llegar para buscar una solución y empezar de nuevo las gestiones con las autoridades actuales», afirmó luego.
Explicó que este paso fronterizo es vital, tanto para el comercio regional como para el turismo, ya que «las principales empresas de transporte, los depósitos se concentran en este punto. La inversión, la infraestructura y la capacidad operativa es mucho mayor que la de Santo Tomé-São Borja. Por eso apelamos a las nuevas autoridades del Gobierno que presten atención a esta situación y lo pongan como prioritario porque también hace a las relaciones comerciales».
HACIA LOS
79 AÑOS
A medida que el viaducto, inaugurado en 1947, se aproxima a su 79º aniversario en octubre, su deterioro estructural plantea preguntas sobre la sostenibilidad a largo plazo.
Desde todo punto de vista es incomprensible que un paso de esa característica se encuentre en esas condiciones, para vergüenza mundial.
La ruta argentina de acceso, otro problema
PASO DE LOS LIBRES. No sólo el puente internacional Agustín P Justo-Getúlio Vargas presenta un estado deplorable desde larga data, también la vía de comunicación argentina que lleva a su cabecera de este lado del río Uruguay, la Ruta Nacional Nº 117.
Esa carretera de acceso a la ciudad que lleva al puente, también se encuentra muy deteriorada y es motivo de quejas constantes. Adhieren a los reclamos de obras los camioneros, los despachantes de Aduana, los agentes de transporte, las empresas de transporte tanto del lado brasileño como del lado argentino, el encargado del Complejo Terminal de Cargas (Cotecar), y el encargado de Área de Frontera.
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