En medio de las controversias entre el Ministerio de Capital Humano y las organizaciones sociales, por la llegada de módulos alimentarios para comedores y merenderos, el Gobierno provincial llevó calma a miles de familias vulnerables, asegurando que la provisión de comida «está garantizada».
En contacto con EL LIBERTADOR el director de Seguridad Alimentaria -dependiente del Ministerio de Desarrollo Social- Lucas Carballo puntualizó: «Desde el Gobierno provincial nosotros estamos trabajando con total normalidad. Sucede que el tema que se está reclamando en las calles es nacional y no tenemos nada que ver nosotros. Afortunadamente podemos cumplir con este importante rol social, con recursos propios y un amplio despliegue de programas y coordinaciones que realizamos con organizaciones sociales».
Desde la cartera conducida por Adán Gaya informan que, actualmente, la administración del gobernador Gustavo Valdés distribuye 140 mil raciones diarias, atendiendo a casi 165 comedores propios en Capital, al tiempo que se destinan ayuda para otros 74 establecimientos en el Interior. Según relevamientos a junio de 2023 unas 30 mil personas concurrían a almorzar o merendar en centros comunitarios. El mismo Ministerio no descarta que estos números se hayan incrementado como consecuencia de la suba en el costo de vida, entre otras cuestiones.
«La inflación es el principal problema en el país y su impacto se siente en los sectores más vulnerables. Hoy por hoy, estos espacios se han refuncionalizados, y no sólo se distribuye alimentación sino que se busca desde el Ministerio que puedan ser promotores de desarrollo, de inclusión, de integración. El comedor está al servicio de las necesidades de su comunidad, y nosotros planificamos cada día nuevas herramientas y alternativas para llegar con soluciones a las distintas demandas», sostuvo.
El objetivo del programa de terminalidad educativa Fines -en coordinación con el Ministerio de Educación- es brindar herramientas a las personas mayores de edad que no finalizaron sus estudios obligatorios.
MACRO
Vale recordar que ayer decenas de personas de organizaciones sociales reclamaron en las inmediaciones del Ministerio de Capital Humano, en Capital Federal, por ayuda y alimentos, a pesar de los dichos de la ministra, Sandra Pettovello en los que afirmó que «nadie los convocó». Asimismo, la Iglesia Católica advirtió por la «crisis alimentaria» en un duro comunicado que pareció ser un tiro por elevación a la administración del presidente, Javier Milei.
La fila se extendió por más de 20 cuadras, en medio de la puja del Gobierno con organizaciones sociales, luego de que se anunciara la suspensión del envío de comida seca para operativizar transferencias de dinero a los comedores.
El último 31 de enero, movimientos sociales marcharon a las puertas de supermercados de diferentes puntos del país con el objetivo de visibilizar la «demora en la entrega de alimentos» en los comedores.
En Corrientes, son numerosas las agrupaciones que se plegaron a esta jornada federal de protesta y se concentraron en la intersección de las avenidas Chacabuco y Ferré, frente a un conocido hipermercado de capitales franceses.
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