La jueza de Familia, Niñez y Adolescencia N°4, doctora Carolina Macarrein otorgó hoy la adopción definitiva a Elisa y Eliana, las dos mamás que eligieron formar una familia con los seis hermanitos correntinos que en julio del año pasado integraron una Convocatoria Pública y pese a sus pocos años expresaron que no querían separarse. Ellos son: Juliana (10), Alejandra (8), Noelia (6), Cristian (5), Jeremías (4) y Camila (3).
Luego de tres meses conviviendo en la pequeña localidad de Luis Palacios, distante a 30 kilómetros de Rosario la familia de 8 integrantes, será, desde hoy inseparable.
Antes de ser «familia numerosa»
Elisa y Eliana están juntas hace más de 20 años, vivieron en España, volvieron a la Argentina, se casaron y siempre quisieron ser madres. Por ello se sumaron a varios grupos donde se milita adopción.
Así, una madrugada, cuando Elisa dormía, Eliana vio un video donde se hablaba de la Convocatoria Pública de los seis hermanitos correntinos que no querían separarse y se anotó de inmediato. Al otro día se lo informó a Elisa.
La primera pregunta que surgió obviamente fue: ¿podremos con ello?; porque lógicamente seis hijos es un montón para cualquiera.
Pero nunca se desanimaron, siempre tuvieron en claro lo difícil que sería y estuvieron dispuestas a luchar para lograrlo. Además, recibieron ayuda de familiares, amigos y de todo un pueblo que considera a los seis hermanitos «huéspedes de honor» y los cuidan y acompañan en todo momento.
El mejor regalo de Navidad: tener una familia
En diciembre del año pasado, cuando la doctora Macarrein les dio la guarda provisoria los ocho viajaron desde Corrientes a Luis Palacios y arribaron al hogar. Para Elisa y Eliana todos los momentos son especiales, pero dos guardarán para siempre en la memoria.
«El día de Navidad sus caritas eran indescriptibles, la felicidad, la magia, la esperanza con la que abrían sus regalos y lo queridos que se sentían se reflejaba en todo el rostro, no solo en sus sonrisas. Sus ojos hablaban», contaron las flamantes mamás.
Otro de los momentos mágicos que vive todo padre, es cuando escucha a su hijo pronunciar la palabra mamá o papá. Esto también les sucedió a ellas. «El día que empezaron a decirnos mamá… se nos derritió el corazón», dijeron, entre lágrimas.