En la Ciudad del Vaticano, Italia, el cónclave del Colegio Cardenalicio eligió como papa al arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, quien adoptó el nombre de Francisco en honor al santo de Asís.
Se convirtió así en el primero Santo Padre oriundo de Latinoamérica y el primero no europeo desde el sirio Gregorio III, fallecido en 741, y sucedió a Benedicto XVI, quien había renunciado al pontificado.
Se recuerda entonces que el 13 de marzo de 2013 Jorge Bergoglio se convirtió en el primer papa jesuita y en el primer Pontífice originario de América.
Conocido por su humildad, su adhesión a la opción preferencial por los pobres y su compromiso de diálogo con personas de diferentes orígenes y credos, Francisco mostró una variedad de gestos pastorales indicativos de sencillez, entre los que se incluyen su decisión de residir en la Casa de Santa Marta en lugar de la residencia papal en el Palacio Apostólico Vaticano usada por sus antecesores desde 1903.
Entre las acciones que hasta la fecha han caracterizado su pontificado destacan sus iniciativas de reforma de la curia romana en campos tan diversos como la economía y las finanzas, la administración, los tribunales eclesiásticos y el derecho canónico, las comunicaciones sociales, la sanidad, el laicado y la familia.
Al poco tiempo de su elección, en 2013 la revista Time lo consideró una de las cien personas más influyentes, incluyéndolo en el grupo de los líderes, y meses más tarde lo nombró persona del año 2013. Su fotografía fue portada de la revista Rolling Stone internacional en dicho año.
Fuente: Crónica.