Tras la presentación de la campaña provincial de vacunación, el gobernador de la Provincia Gustavo Valdés habló sobre diversos temas.
En contacto con la prensa, el ituzaingueño se explayó sobre la deuda de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) con el Instituto de Previsión Social (IPS). «Nosotros tenemos una demanda contra la Nación respecto de la Caja, porque son compromisos legales que tiene con las distintas provincias que no tienen las cajas transferidas, el Gobierno nacional incumplió la ley, nosotros estamos demandando para que cumpla, algún día saldrá la demanda y algún día vendrá la plata, salvo que lleguemos a un acuerdo con la Nación, nosotros seguimos avanzando», aseguró el titular del Ejecutivo provincial.
Sobre los sueldos de jubilados de la Provincia, Valdés pidió «que se queden absolutamente tranquilos, porque en la Provincia de Corrientes con fondos del Tesoro nos estamos haciendo cargo de esa plata. Ahora, nosotros pagamos y nosotros vamos con una demanda a la Corte para cobrarlo, lo que nos deben y lo que nos corresponde por ley». Lo más relevante es que quedó absolutamente despejada toda posibilidad de transferencia de la Caja provincial a la órbita nacional, que es «la espada de Damocles» que siempre pende sobre los jubilados provinciales que advierten la forma como se ha manejado la Caja nacional en las dos últimas décadas con una degradación progresiva del haber jubilatorio.
En cuanto a la posición que adoptará el oficialismo provincial a la hora de apoyar una posible Ley de Bases, el Gobernador sentenció: «Sí, vamos a apoyar, vamos a acompañar la Ley de Bases. Me parece que es una buena propuesta para la Argentina. Hay que desburocratizar, comenzar a hablar de otras cuestiones que venían complicando a la República Argentina. El Gobierno necesita tener nuevos instrumentos para salir a cambiar. Esta es la propuesta de cambio que votamos los argentinos y esta propuesta de cambio quiere tener su ley y nosotros vamos a acompañarla».
CONSENSOS
En este marco, el ituzaingueño no desaprovechó la oportunidad para referirse al mentado Pacto de Mayo, impulsado por el presidente Javier Milei.
«El 25 de mayo vamos a estar acompañando seguramente en líneas generales la firma para construir una nueva Argentina. Nosotros decíamos que la Argentina tenía que cambiar y seguramente está esa propuesta de cambio y nosotros la vamos a estar acompañando. Por supuesto que también tenemos nuestra visión. Lo dije porque durante mucho tiempo nos trataron de aprestar con recursos, nos trataron de aprestar como correntinos y nosotros somos una provincia fundadora de la Nación Argentina que le dimos mucha sangre a este país, por lo tanto, no es ese el camino. Para construir con Corrientes, dialogando, viendo que nos conviene, que nos conviene hacia dónde vamos y que estamos convencidos, nos subimos. Pero no es el caso, nos subimos porque estamos convencidos».
Así las cosas, tras una semana de dires y diretes, el mandatario correntino ratifica su respaldo al modo de gestión libertaria en el Congreso nacional donde se descarta un apoyo mayoritario que brindará al Gobierno los instrumentos necesarios para consolidar el rumbo de la economía que exhibe hasta el momento notorios resultados que podrían haber sido mayores si la política no hubiera puestos palos en la rueda, en los primeros meses de la nueva administración aunque, paradójicamente, este virtual bloqueo de un sector de la política, entre ellos los llamados sectores presuntamente aliados terminaron por generar la consolidación del consenso político a la gestión presidencial en la medida en que en la percepción de la gente la actitud de un sector de la política terminó por favorecer al Gobierno, que se victimizó dejando por el Congreso la responsabilidad de no haber logrado más rápidamente la baja de los niveles inflacionarios mas allá que los progresos, en este sentido, son palpables lo cual le ha dado un margen de crédito en el tiempo para exhibir resultados más notorios.
El envío del borrador final
El Gobierno recibió ayer en la Casa Rosada a los diputados de Hacemos Coalición Federal, liderados por Miguel Ángel Pichetto, y de la Unión Cívica Radical (UCR) para terminar de acordar algunos puntos de la Ley de Bases antes de enviar en las próximas horas el borrador al resto de la oposición.
De acuerdo con lo que precisaron distintas fuentes del Poder Ejecutivo nacional, uno de los asuntos con los que se pudo avanzar es con el impuesto a las Ganancias, el tema que más diferencias generaba entre las partes: finalmente, el mínimo no imponible para solteros será de 1.800.000 pesos, mientras que para los casados con dos hijos, será de 2.200.000 pesos.
Esos serán los números que propondrán las autoridades nacionales en el borrador que «seguramente» les entregarán en las primeras horas de hoy a los gobernadores y jefes de bloque de la oposición para la revisión final.
La clave para el oficialismo en lo que respecta a este gravamen está en la progresividad del mismo, por lo que se decidió que el porcentaje inicial (para aquel que sobrepase por poco el piso) será del 5 por ciento, seguido por un 9 por ciento para la escala superior y, luego, del 12 y 16 por ciento.
Otro de los aspectos que desgastó y mucho al sector de los aliados, particularmente al grupo de Pichetto es la insistencia en la cuestión jubilatoria para la mejorar del haber previsional sin proponer en simultáneo mecanismos de compensación para nivelar las cuentas públicas. En ello fue notoria la conjura de sectores transversales de la política que sostuvieron a rajatablas los llamados fideicomisos, considerados cajas negras de la política.
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