«Estabamos yendo a recorrer y encontramos huellas. No era de perro, así que tuvimos que contactar a Nico, para poder saber qué bicho andaba por la zona. Y los muchachos tenían nomás un poco de miedo», relató con humor Catalino Barrios, uno de los trabajadores rurales de Estancia San Sebastián en la localidad de Loreto.
Este es uno de los testimonios recogidos por Fundación Rewilding y compartido a través de sus redes sociales, sobre la travesía de Mombyry, el joven yaguareté que explora por fuera del Iberá.
Luego de pasar por los alrededores de San Miguel, siguió su camino hasta llegar al norte de Corrientes. En este punto ya se encuentra a setenta kilómetros (en línea recta) del lugar donde nació.
A esta altura de su viaje no sólo se vieron huellas de este gran felino, sino que además hubo afortunados que lograron verlo en vivo y directo.
Más emocionante aún es saber que en los campos donde antiguamente se cazaban yaguaretés (como represalia por depredar ganado) hoy se celebra la presencia de este bello animal, y se hace lo posible por protegerlo.