Esta mañana, el oficial Alfredo Molina, hijo del jefe de la Policía de Corrientes, Arnaldo Molina fue asesinado a balazos en una vivienda de la localidad de San Cosme. En el hecho también fue herida de gravedad una joven de apellido Romero que también forma parte de la fuerza y que ahora lucha por su vida en el hospital Escuela. El homicida, otro agente, se entregó horas después en Riachuelo.
El pese a que el violento hecho estaría esclarecido, la fuerza policial de la provincia sufrió un duro golpe y está de luto.
Desde esta tarde, los restos de Molina son velados en la Cochería Las Heras de San Luis del Palmar. Lo despide su familia, amigos, compañeros de la fuerza y funcionarios de Seguridad y el Gobierno de Corrientes.
Fuentes del lugar informaron a EL LIBERTADOR que durante la mañana se hará el traslado al cementerio local.