El presidente Javier Milei hizo una defensa de la política económica de su Gobierno, a poco más de cuatro meses de iniciada su gestión, y anunció en cadena nacional que el Gobierno terminó el primer trimestre con superávit fiscal del 0,2 por ciento del PBI, por lo que cumplió con margen la meta fijada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En un breve mensaje, que fue grabado ayer en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno y en el que estuvo escoltado por el ministro de Economía, Luis Caputo, el presidente del Banco Central Santiago Bausili y su vice Vladimir Werning, más el secretario de Finanzas Pablo Quirno, el Jefe de Estado planteó que el ordenamiento fiscal es una de las columnas que sostienen su programa económico.
«Entiendo que la situación que estamos viviendo es dura, ya hemos recorrido la mitad del camino. Esta vez el esfuerzo va a valer la pena», comenzó diciendo el primer mandatario en su discurso y adelantó que anunciaría algo «que hace meses parecía imposible», y agregó: «En contra de los pronósticos de la mayoría de los dirigente políticos, los economistas profesionales, televisivos y ‘petardistas tribuneros’, quiero anunciar que el sector público nacional registró un superávit financiero de más de 275 mil millones de pesos. Es el 0,2 por ciento del PBI. Es el primero desde el año 2008. No es ni más ni menos que el único punto de partida para terminar con el infierno inflacionario. Es lisa y llanamente una hazaña de nivel mundial».
Así las cosas, el libertario fundamentó: «No teníamos tiempo para un experimento gradualista, y avanzamos con un programa de estabilización de shock. Así lo alcanzamos en un mes de Gobierno. Pese a la oposición del establishment económico y político, que quieren y pregonan por nuestro fracaso, nuestro plan está funcionando. Responde, a diferencia de lo que suelen afirmar los que quieren el fracaso del Gobierno, a la motosierra y no a la licuación».
En otro párrafo, el titular del Ejecutivo nacional argumentó: «Destacamos la reducción del 76 por ciento de las transferencias a las provincias, un sistema tóxico. Una reducción del 87 por ciento en la obra pública, vinculada al festival de corrupción. Estas serán transferidas al sector privado. Además, hemos reducido el tamaño del Estado, cerrando organismos que se usaban para perseguir a quien piensa distinto. Eliminamos la pauta a los medios. No sólo fue posible terminar con el déficit fiscal, sino que se hizo de una manera sustentable».
PELDAÑO
«Este milagro económico que ha sido lograr superávit financiero trimestral luego de casi 20 años, habiendo recibido la herencia que recibimos, responde a lo que suelen afirmar los que quieren el fracaso de este Gobierno, en enorme medida a lo que durante la campaña llamamos motosierra, y no como dicen algunos a la licuación del gasto público, método que históricamente se ha utilizado en nuestro país», sentenció.
Así, el Poder Ejecutivo habrá sobrecumplido la meta fijada con el FMI mientras el Gobierno aún apunta a conseguir un acuerdo nuevo con el organismo. El equilibrio fiscal fue alcanzado por una combinación de recortes en partidas presupuestarias (obra pública, transferencias a provincias) o licuación de otras en comparación de la inflación (salarios público o jubilaciones). Un resultado fiscal positivo acumulado al término de marzo no se registraba desde 2008, según dijo el Jefe de Estado.
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