La semana pasada, se reportaron al menos dos vehículos quemados, los cuales estaban estacionados en la vía pública. Pese a que la mayoría de los incendios de rodados, en lo que va del año, se dieron por desperfectos técnicos, Bomberos Voluntarios no descartan la posibilidad de que algunos hayan sido cometidos con intencionalidad.
«En lo que va del año llevamos aproximadamente unos 10 vehículos quemados», informó el comandante y jefe de la Asociación de Bomberos Voluntarios, Daniel Bertorello, en comunicación con EL LIBERTADOR, al referirse al registro llevado en la Capital correntina.
Asimismo, el hombre dejó entrever que hay algunas situaciones que son analizadas por peritos para conocer si es que existió intencionalidad. «Hay problemas con cortocircuitos y otros en los que los peritos trabajan para poder determinar si son intencionales», señaló.
Por otra parte, comentó que los incendios inician «siempre por un cortocircuito. Casi todos vienen por problemas mecánicos: el auto pudo haber estado en el taller, tener algo mal puesto que produjo una chispa y el motor caliente produce la pérdida de gasolina, lo que provoca el incendio», relató.
Rápido accionar
Siempre preparados, un llamado a la línea de emergencias 911 es la alerta que reciben los bomberos voluntarios para que en cuestión de segundos se dirijan hacia el punto en el que sucede el siniestro. «Nosotros acudimos, sofocamos y los que se encargan del peritaje son bomberos de la Policía», dijo Daniel Bertorello y además, añadió que siempre en la guardia se encuentran entre cuatro o cinco personas, quienes apenas son notificados trabajan junto a los efectivos de la fuerza, ya sea con la autobomba o con la camioneta de ataque rápido, con la cual agilizan su llegada al lugar del hecho.
Dejar estacionado, otro riesgo
que enfrentan los conductores
El estacionamiento en la vía pública, y en horarios en los que no hay mucho movimiento de personas, es otro de los riesgos que enfrentan los conductores casi a diario. Además de los vehículos que aparecen incinerados, algunos delincuentes aprovechan la siesta y la madrugada para cometer sus ilícitos. En ese sentido, vecinos de distintos sectores de la ciudad optan por no dejar sus rodados en la calle, ya que algunos hasta se encontraron con los vidrios rotos, a veces sin el estéreo y otros se llevaron el disgusto de que los ladrones aprovecharon la calle desolada para robarle la batería del vehículo.
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