La Fiesta Nacional del Surubí también fortalece lazos de amor, amistad y generosidad en cada edición. Esto fue lo que sucedió ayer en la ciudad de Goya, tras la llegada de la Barra Pesquera de Luján, una de las más numerosas, y que apadrina al Jardín Maternal Bichitos Traviesos.
El reencuentro tuvo lugar este viernes en el edificio de calle Belgrano 637, donde hubo intercambio de obsequios, expresiones de afecto, alegría, tras una colorida y bulliciosa caravana de la que participaron los niños, sus familias, docentes y la numerosa barra que puede decirse que hizo de Goya su segundo hogar.
Con música, globos, banderas, carteles, exquisiteces dulces y saladas el Jardín maternal recibió a los pescadores.
El intercambio fue propicio para dialogar y conocer, por ejemplo, los anhelos de los pescadores a la hora de la pesca, así como la realidad e iniciativas de Bichitos Traviesos y el desarrollo de los niños en áreas como la socialización y la construcción de valores tales como la solidaridad, el compartir situaciones, momentos, buenos deseos.
Luego de retratar la memorable experiencia, todos juntos iniciaron una caravana que a su paso fue recibiendo el saludo emocionado de vecinos y transeúntes.
Lo acontecido fue la materialización de un proyecto que llevó meses de preparación, pero que “felizmente salió mucho mejor de lo que imaginábamos”, confesaron las docentes. Para que así ocurra fue clave programar y coordinar la visita al jardín con Juan Rauch y Juan Ignacio Polizzo, referentes de la barra pesquera. Desde el Jardín Maternal destacaron la labor de los agentes de Tránsito y a los funcionarios que permitieron a los pescadores y la institución concretar dicha actividad.