En las últimas semanas aumentaron considerablemente los controles realizados por inspectores de tránsito en puntos estratégicos de la Capital correntina. Se trata de una modalidad con la que, junto a integrantes de la Policía de Corrientes, se intenta garantizar la seguridad en las calles de la ciudad.
Así, casi a diario, los trabajadores tienen que vérselas con todo tipo de conductores, a quienes se les solicita las medidas de seguridad correspondientes que habiliten la normal circulación y la documentación de los rodados en los que se desplazan.
UN HECHO VIRAL Y UN
COMPORTAMIENTO USUAL
Sin embargo, hace algunos días se viralizó en redes sociales el enfrentamiento entre un agente de tránsito y una persona que circulaba por la calle. La filmación mostró la vehemencia con la que el sujeto atacó al trabajador y posteriormente fue noqueado por otro inspector.
La víctima debió ser asistida en el lugar y posteriormente trasladada hasta un centro de salud, donde recibió la atención médica y también fue sometido a una cirugía, en relación a las heridas que sufrió. Se trata de un hecho que no es aislado, dado a que en el último tiempo se incrementaron los episodios de violencia entre inspectores y conductores.
Todo sucedió en la noche del 3 de abril y fue captado por una cámara de seguridad. Alrededor de la medianoche, cerca de la intersección entre las calles Carlos Pellegrini y Entre Ríos, dos inspectores que se desplazaban en una patrulla de Tránsito observaron que un automóvil se encontraba estacionado y tapaba una rampa para discapacitados, en clara infracción.
Ante esa situación, el chofer estacionó la unidad frente al hotel de Turismo y descendió para labrar el acta pertinente. Su acompañante, Julio Billordo, vio desde el interior del vehículo que un sujeto llegó hasta el lugar e insultaba con vehemencia a su compañero, por lo que bajó de la patrulla para preguntar lo que sucedió.
«El sujeto cruzó la calle a los gritos y fue hacia mi compañero. Le decía que se retire, que molestaba a la gente, que los de Tránsito estamos malacostumbrados a molestar a quienes trabajan, que vaya a seguir a los yiyeros», relató Billordo en comunicación con EL LIBERTADOR. Esa situación se dio minutos antes de que el agente reciba golpes que lo desestabilizaron y lo mandaron al hospital.
Al ser consultado respecto al agresor, Billordo sostuvo que estaba alcoholizado y «mascaba hojas de coca». En esa circunstancia el damnificado pidió colaboración policial por radio y apoyo a la Central de Tránsito, lo que enfureció al atacante, quien no dudó en darle a la víctima un fuerte rodillazo en el pecho y lo empujó contra un vehículo.
«Cuando vuelvo a reaccionar vi que él estaba tirado en el suelo. Creo que mi compañero reaccionó al ver lo que me hizo a mí», dijo a este medio el inspector lastimado y sostuvo que si rompía el vidrio del vehículo «me podía cortar alguna parte del cuerpo e iba a estar mucho más grave de lo que estoy ahora».
El miedo en la calle
ante situaciones constantes
Julio Billordo terminó con una fractura de esternón con desplazamiento, lo que le demandó una cirugía en la que le pusieron una placa de titanio. Recibió el alta el domingo 21 de abril y se recupera en su casa del barrio Aldana; en tanto que el agresor fue identificado de apellido Segovia, de 45 años.
«De que la gente está agresiva, está agresiva hace rato», resaltó previo a contar que durante los operativos enfrentan a todo tipo de conductores que, con distintas excusas, se niegan al control. «El malhumor es de todos, porque al pararlos ya empiezan con el ‘no tengo para comer’ o ‘no me alcanza para esto’. A veces se para la circulación a las motocicletas con tres personas a bordo y dicen ‘no me alcanza para el colectivo'».
Asimismo, Julio comentó que si «tomamos la parte humana, es entendible, pero después tenemos que pensar que esto es un trabajo y son los contribuyentes quienes nos pagan a nosotros para que cumplamos».
También se refirió al miedo constante de lo que a veces se pueden encontrar en los procedimientos: «El trabajo siempre fue con un poco de temor, justo unos días antes de lo que me pasó a mí, una persona sacó un cuchillo para que no se la demore. Lo mío se viralizó por el video, pero hay situaciones en que agreden físicamente, se dan a la fuga, intentan chocarlo o chocan a los inspectores y a las unidades de tránsito, ese temor siempre está», aseveró.
Finalmente, se refirió a la seguridad y explicó que nunca es suficiente. «Siempre se solicitó seguridad, igual no damos abasto, y tampoco la policía. No podemos poner un policía para cada inspector ni tampoco un inspector para que cada contribuyente respete las leyes», reflexionó.
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