Juan Pablo Segovia, de profesión futbolista. Correntino ciento por ciento, a pesar de que se fue a forjar su destino cuando el reloj de la adolescencia marcaba 13 años.
Dejó las divisiones formativas de Huracán Corrientes para ir a probar suerte en Lanús, donde quedó y desde ese momento comenzó a cimentar su formación y carrera de futbolista. «Y el fútbol en mi vida desde que tengo uso de razón, siempre fue un sueño ser jugador profesional»,
Recuerda que, «desde muy chico me fui de Corrientes para Buenos Aires, a la pensión de Lanús y bueno ahí empezó todo el sueño, creo yo, de poder disfrutar y vivir del fútbol, gracias a Dios lo pude hacer y lo puedo seguir haciendo, para mí todavía hay un camino por recorrer y muchos sueños por cumplir», dice Juan Pablo ante la requisitoria de EL LIBERTADOR.
Hincha de River, igual que toda su familia correntina, sin embargo, al equipo de Martín Demichelis con su gol de penal lo marginó de la Copa Argentina el martes pasado en la noche mendocina y aún la emoción está fresca en la memoria de todo el pueblo «gasolero» de Temperley, «no pensamos en que Armani no ataja penales. Nosotros estábamos seguros de dónde íbamos a patear, confiábamos en nuestros pateadores y nuestro arquero (Francisco Rago) nos ha ayudado mucho».
Juan Pablo, se dio el gusto de jugar en varias ligas del continente sudamericano y también en la cotizada Liga MX (México) y alguna vez en plena pandemia se refirió a un eventual llamado de River cuando Marcelo Gallardo era el técnico, «nadando voy», dijo en aquel momento contextualizando: «Ahora no se puede tomar el avión (época de pandemia), nadando voy… Imaginate». En su carrera fue la tercera vez que enfrentó a River, en dos ocasiones defendiendo los colores de Atlanta y la más reciente con Temperley, el saldo es positivo, ganó en dos oportunidades y perdió en la restante.
«Fue algo único también porque River estaba en la misma categoría que nosotros, en la B, algo histórico poder jugar contra River, algo muy especial, a pesar de que en el primer partido nos metieron una goleada (ganó River 7 a 1 a Atlanta), en el segundo pudimos ganar 1 a 0 y eso también fue muy importante para la historia de Atlanta, el ganarle a River», añadiendo, «ahora también creo que fue histórico (por el triunfo de Temperley), son dos clubes de historia en el ascenso y ahora en una categoría menor ganarle a River que está en Primera y con el gran presente creo que fue mucho más importante en ese sentido, fue todo una locura y la gente como nos apoyó y de Corrientes inclusive, de Temperley que viajaron a Mendoza fue muy lindo todo»,
«Mi familia es de River pero querían que gane Temperley, es un trabajo para nosotros. Lo grité con el alma y la vida el gol del empate y cuando pasamos en los penales», en alusión a lo que vivió junto a sus compañeros en Mendoza.
El defensor central registra temporadas en Lanús, Atlanta, Los Andes, Almagro y Temperley en el fútbol argentino y al respecto cuenta que su materia pendiente en el país, «es poder jugar en algún equipo de Primera, tampoco es algo que yo sí lo quiero cumplir, pero me gustaría jugar en Primera de AFA, creo que lo puedo hacer y ojalá que en algún momento se dé», redoblando la apuesta diciendo, «volver al país fue una decisión importante, consensuada con la familia, creo que el ascenso, yo jugué bastante en el ascenso, ha crecido mucho. El fútbol argentino la Primera Nacional es muy competitivo y es duro por los viajes y todo su contexto pero bueno, acostumbrándonos de nuevo al país y lo que es el fútbol argentino».
Ante la consulta de cuál es la liga más importante en la que jugó no duda al afirmar, «la mexicana, por la competencia que hay entre todos los equipos, todos los clubes creo apuestan mucho en lo deportivo y todos están muy ordenados, compiten al máximo nivel, entonces la liga es muy competitiva y creo que es donde más me gustó y más la disfruté».
AÑOS DEDICADOS AL FÚTBOL
Segovia con 35 años registra una carrera en el exterior donde jugó en clubes de la talla del Deportivo Cuenca, Primera División de Ecuador, Independiente del Valle de Ecuador, donde fue Subcampeón de la Copa Libertadores en 2016.
En 2019 ficha en el América de Cali, club de la Primera División de Colombia, donde se convierte en el capitán del equipo, donde logró el título del Torneo Finalización 2019.
«Es un defensa al que siempre le gusta pisar el área contraria y está buscando el gol», dijeron sus compañeros en Colombia. En México jugó en el Necaxa y el Puebla y últimamente tuvo 6 meses en Montevideo, Uruguay donde se alistó en el City Torque. Su presente es Temperley donde tiene contrato hasta diciembre venidero.
En su conversación con este medio no se olvidó del club de sus comienzos, Huracán Corrientes en el barrio Berón de Astrada: «Y Huracán, yo crecí, hice prácticamente toda mi infancia ahí, desde muy chico estaba en el club, ver a Huracán en Primera de la AFA, ver los jugadores, jugar contra River, Boca, bueno desde muy chico ver todo eso me motivó mucho también como para poder ir tras mi sueño de ser un futbolista profesional, y creo que los pude cumplir y al club en lo que pueda dar una mano siempre voy a estar ahí para poder aportar, ayudar y ojalá que pueda resurgir de nuevo y estar en donde se merece estar, es un club muy importante en Corrientes».
El defensor correntino sostiene que aún queda bastante hilo en el carretel para seguir jugando al fútbol, sin embargo, entiende que «la idea es seguir vinculado a este deporte cuando decida dejar la actividad, ya estoy haciendo el curso de técnico y voy más vinculado por ese lado, pero no descarto otras cosas. Estar metido en el fútbol, seguramente voy a estar, el curso de técnico lo estoy haciendo y la idea es terminarlo y estar vinculado también de esa manera».
En el final de la entrevista se le pidió que defina al fútbol en su vida: «Lo más importante que a uno le queda de jugar en tantos equipos fuera del país, son los amigos, los compañeros que hemos tenido con la familia, las experiencias que nos marcan y enseñan cosas lindas a pesar de los triunfos y las derrotas, lo que uno rescata son los amigos en varios países y todo gracias al fútbol».