El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, fue investido este sábado 1 por el Congreso para un segundo mandato consecutivo para el período 2024-2029, pese a la prohibición constitucional, con un amplio respaldo popular y con quejas por la situación económica del país, que el mandatario prometió mejorar en este nuevo período.
«Sí, juro», respondió Bukele al líder de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, quien le impuso la banda presidencial en el centenario Palacio Nacional, en un acto cerrado al público, transmitido por cadena nacional y en el que estuvieron presentes varios dirigentes y jefes de estado, entre ellos los presidentes de Argentina, Honduras, Costa Rica, Paraguay y Ecuador, además del primer ministro de Belice.
Bukele se convierte así en el primer presidente de la etapa democrática de El Salvador en ser reelegido para un segundo período consecutivo, tras décadas de dictadura militar y una guerra civil de 12 años (1980-1992). Diversos actores políticos y sociales de El Salvador han manifestado que no reconocen la legalidad ni la legitimidad del segundo mandato de Bukele por ser contrario a la Carta Magna.
85 POR CIENTO DE LOS VOTOS
Este expublicista de ascendencia palestina emprende este nuevo desafío tras pulverizar a la oposición con un 85 por ciento de votos en las elecciones de febrero, donde ganó casi la totalidad del Congreso (54 de 60 escaños). Asiduo en las redes sociales donde se ríe de quienes le llaman «dictador», tiene a su favor el resto de los poderes estatales, incluidos magistrados que le permitieron buscar la reelección pese a estar prohibida en la Constitución.
El presidente tendrá aún más poder porque los diputados aprobaron recientemente una reforma que le facilitará hacer cambios constitucionales, incluso, según analistas, habilitar la reelección indefinida. El gran logro de Bukele es haber presuntamente sanado al país del «cáncer» de las pandillas, a las que declaró la «guerra» y construyó una megacárcel: desde marzo de 2022, El Salvador vive bajo un estado de excepción que deja 80.000 detenidos sin orden judicial.
«Ahora, que ya arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía», dijo Bukele en su discurso. «La sociedad salvadoreña sigue enferma, pero ya no tiene cáncer”, apuntó, señalando que «el país ya se curó de las pandillas y ahora quiere curarse de la mala economía”.
Fuentes: Dw, DZC, EFE y AFP