«Este Gobierno tiene el mandato de rescatar al país de la miseria a la que ha sido relegado por la irresponsabilidad fiscal de aquellos que proclaman defender a los jubilados, mientras defienden jubilaciones de privilegio multimillonarias», expresó el Presidente. Recordó que, ya en 2010, la entonces presidenta Cristina Kirchner vetó la ley que aprobó el 82% móvil. Rápido de reflejos Milei dejó en claro que si prosperara el proyecto, el Gobierno profundizaría el ajuste en otros rubros para mantener el equilibrio fiscal.
La minoría en la que se encuentra el oficialismo en el Congreso se evidenció en las últimas horas. Acorralado tanto por la oposición amiga como por la más intransigente, el Gobierno sufrió un duro revés en Diputados, donde con 162 votos afirmativos, 72 en contra y ocho abstenciones obtuvo media sanción el proyecto que busca recomponer los haberes jubilatorios. La iniciativa será girada ahora al Senado, donde se descuenta que tendrá luz verde y hasta se especula con que la sanción definitiva se imprima con otra mayoría especial que deje en jaque el ya anunciado veto presidencial, aunque esa posibilidad no parece inquietar al Gobierno. Está dispuesto a que los números cierren.
«Les dejo este tweet para que quede claro a todo el mundo: no voy a entregar el equilibrio fiscal de ningún modo. Defenderé la caja a veto puro si es necesario», escribió Javier Milei en su cuenta de X tras la media sanción de la Cámara baja. Allí, el mandatario recordó su discurso en el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (Iaef) del mes pasado, en donde aseguró que vetaría cualquier ley que sancione el Congreso que pueda perjudicar el programa económico del Gobierno, centrado en el déficit cero.
No obstante, el veto presidencial tiene límites. La Constitución nacional define que si el Presidente decidiera desechar la ley, cada una de las Cámaras puede igualmente insistir con su sanción si logra reunir para ello a los dos tercios de los miembros presentes. Si bien son mayorías difíciles de conseguir, Diputados ya la obtuvo y en el Senado el panorama es incluso más adverso para el oficialismo que tiene otra lectura. Considera que, un perdiendo gana si demuestra que logra exponer a lo que llama la casta política que quedo en jaque por la aprobación de las jubilaciones de privilegio y por la demora en el tratamiento de la Ley de Bases.
«Estamos firmes los 33 para votar lo que viene de Diputados», dictaminó un senador de Unión por la Patria a La Nación. Con esta base de avales, el kirchnerismo está a sólo 15 voluntades de llegar al mágico número de 48 (de los 72 senadores, si todos estuvieran presentes) y blindar el proyecto.
CONFORMACIÓN
De hecho, el radicalismo, que motorizó el proyecto en la Cámara baja, cuenta con un bloque de 13 miembros.
Allí conviven dirigentes compenetrados con el proyecto libertario con otros que muestran aversión a las ideas del oficialismo. No obstante, la discusión jubilatoria podría finalmente ubicar del mismo lado a sus integrantes. Así ocurrió con sus pares diputados, que por primera vez este año votaron cohesionados, a favor del proyecto. Incluso aquellos que responden a los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes), Leandro Zdero (Chaco), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Carlos Sadir (Jujuy). A pesar de que los mandatarios provinciales pidieron «no ser obstruccionistas» en el tratamiento de la Ley de Bases y el paquete fiscal, una nueva agenda en el Congreso descubrió un costado menos dócil.
El senador y presidente del Comité Nacional de la UCR, Martín Lousteau, que viene fuertemente golpeado en los últimos tiempos, y es uno de los impulsores del acercamiento al kirchnerismo, felicitó este miércoles en X a los diputados que acompañaron la mejora jubilatoria. Con un mensaje para la tropa propia, señaló que es una manera de «recomponer el ingreso de quienes más están perdiendo contra el ajuste y la inflación», y sentenció: «Espero que los senadores votemos con la misma convicción».