Se conoció el informe preliminar de la autopsia de la niña de 9 años asesinada en Monte Caseros y no hay signos de un abuso sexual reciente. Sin embargo, este dato inicial no permite descartar ninguna de las hipótesis sobre las que se asienta la pesquisa.
Para arrojar más luz sobre los hechos, será clave el informe final de los médicos forenses que practicaron el examen tanatológico en Paso de los Libres.
En tanto, se evalúa la posibilidad de trasladar a Antonio Villalba, detenido desde ayer en el Hospital Civil de Curuzú Cuatiá.
Según todos los estudios que se le hicieron y los profesionales que lo vieron, se encuentra en buen estado de salud, pero no responde a la requisitoria ni de médicos ni de la fiscal. Fue canalizado ante su cuadro de deshidratación, pero se niega a ingerir alimentos.
EL RELATO
La pareja de una de las víctimas, Miguel Ángel Zárate, prestó declaración ante la unidad fiscal y comentó que se le había pedido a Villalba que se fuera de la vivienda, porque Isondú habría creído ver algo, que a él no le constaba.
El pasado domingo 2 de junio, al despertarse de la siesta, Isondú comentó a Zárate al volver al dormitorio que había visto con los pantalones bajos a la niña, mientras jugaba afuera con Villalba. Le pidió a su pareja que le dijera a Villalba que se fuera de la casa. Este sostuvo que no tenía a dónde ir, ni trabajo, ni oportunidades de conseguirlo. Se ofreció a trabajar en una construcción no muy lejos de allí que llevaba adelante la pareja.
Sin embargo, Isondú habría insistido en su postura y anunció que haría regresar a la niña a la casa de su madre, una conversación que los investigadores creen que pudo haber escuchado Villalba dado los espacios reducidos de la vivienda y habrían desatado el violento desenlace.