El lunes, se viralizaron imágenes en redes sociales de una pareja realizando compras en un negocio de Caá Catí con una tarjeta de débito que no les pertenecía. La tarjeta había sido extraviada por otra persona horas antes cerca de una sucursal del banco.
El martes, la pareja se presentó ante la Policía para aclarar la situación. Según su relato, ellos solo «hacían un mandado» para una amiga que les había facilitado la tarjeta que tampoco le pertenecía a ella. Tras ser trasladados a la vivienda de la amiga en cuestión, esta última confirmó la versión de la pareja y explicó que había utilizado el plástico encontrado porque no tenía dinero para comprar alimentos para sus hijos.
Ante esta situación, la dueña original de la tarjeta, en un gesto de buena voluntad, decidió no presentar cargos contra la pareja ni la amiga, siempre y cuando le devolvieran el monto del gasto realizado. La devolución se concretó el martes en la comisaría local, donde se labraron las actas pertinentes con conocimiento de la Fiscalía de turno.