Con una extensión de 275 hectáreas, la Reserva Santa Catalina es el hogar de especies nativas y ribereñas que no se encuentran en otros lugares y ofrece una diversidad de ecosistemas presentes en toda la provincia. Está a cargo de la Municipalidad, a través de un plan de manejo integral. Ubicado al Sur de la ciudad.
Paola Fernández es la primera guardaparque del lugar, encargada de que los visitantes descubran este tesoro invaluable, cuya preservación es crucial tanto para las generaciones actuales como futuras.
En diálogo con EL LIBERTADOR, explicó que para ella es un honor formar parte del proyecto y detalló cómo cumple su rol.
«Siento mucha pasión por mi trabajo, porque yo siempre digo, creo que soy una de las pocas personas afortunada que va a trabajar queriendo lo que hace. Voy a entusiasmada a hacer lo que hago, porque me gusta y principalmente porque creo sobre todo en el proyecto, en lo que es la conservación de nuestros ambientes, de nuestros montes nativos, de los animales que viven ahí», comenzó relatando.
Manifestó: «Cuando hago las visitas siempre voy explicando el impacto que sufrió el ambiente y lo importante que es cuidarlo y preservarlo como un ecosistema que no solamente alberga plantas y animales sino también que son muy importantes para nuestra salud como seres humanos, eso está comprobado, esos bosques funcionan, por ejemplo, ante las lluvias como esponjas naturales, porque absorben las aguas de lluvia que vuelven a cargar nuestras reservas de agua dulce en las napas que tenemos, o sea, cumplen una función ante la erosión, por ejemplo, de los suelos también la materia orgánica de las plantas. Generan, digamos, nuevo suelo».
Sostuvo que muchas personas que llegan al lugar, se ven sorprendida de la riqueza: «Me decía una señora que le encanta porque pensaba que después del barrio de Santa Catalina no había nada más y se encontró con un bosque nativo muy lindo con la cantidad de vegetación, que también es propia de nuestros montes».
QUÉ ENCONTRAR
Señaló que la amplia variedad que hay en la reserva: especies de plantas y árboles con frutos comestibles como el ñangapirí: «Son especies que hacen a nuestra idiosincrasia correntina».
Continuó: «En cuanto a ver fauna nativa, los que más se prestan o se dejan ver son la de una gran diversidad de aves que tenemos también, mamíferos como corzuela, zorritos, también tenemos aguará popé, carpinchos», a lo que aclaró que son animales silvestres que a veces se esconden ante el ruido o presencia de los grupos de visitantes.
DIVERSIDAD
Como parte del recorrido que pueden hacer los visitantes, está el mirador: «Vemos una pequeña porción de lo que es la reserva y llegamos hasta un punto que es el punto más alto, el mirador que está sobre el sobre el arroyo Riachuelo y ahí se puede ver, digamos, todo en vista panorámica».
Sobre la importancia resaltó: «Lo que yo quiero transmitir es toda esa diversidad de cosas que se puede aprovechar y tener una linda experiencia a pocos minutos de la ciudad».
Añadió: «Van a poder tener la experiencia de conocer el espacio natural y el área protegida que tenemos. La reserva también es un espacio, no solamente para contemplar los bosques nativos, sino que tiene desde el punto de vista cultural es uno muy importante para nosotros, porque en ese lugar, en el vértice, lo que es, el río Paraná y el Riachuelo se libró la batalla del Riachuelo durante la Guerra de la Triple Alianza, entonces desde el punto de vista histórico también es muy importante».
A pocos minutos de la ciudad: cómo inscribirse
Para ser parte de las visitas guiadas hay que sacar turnos mediante el Muni Bot de la Municipalidad (Whatsapp: 3794-341-768) seleccionando la opción de eventos y el apartado de la visita a Santa Catalina, o también a través del turnero web.
La guardaparque destacó la importancia de mantener los grupos reducidos para una experiencia más personalizada.
«Vamos a ir cargando más fechas para las visitas, sobre todo ahora en este periodo de vacaciones de invierno, así que eso lo estamos planificando. Pedimos paciencia a la gente porque entendemos que muchos quieren inscribirse y ya están los cupos agotados, pero es también por la vorágine de que se abrió ahora y todos quieren ir a conocer la reserva», explicó Paola.
Durante las visitas, los participantes podrán apreciar la diversidad de fauna, flora y hongos en un entorno que ha sido restaurado después de años de degradación.
La apertura de la Reserva Santa Catalina representa un paso significativo hacia la conservación y apreciación de los recursos naturales locales, ofreciendo a la comunidad una oportunidad invaluable para conectarse con la naturaleza y aprender sobre la importancia de preservar estos espacios.
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