Hoy, el 10° Festival Regional de Cine Rural vive su segunda jornada de proyecciones de cortometrajes en la cooperativa textil Virgen de Rosario de Caá Catí. Este año, forman parte de la programación más de 50 producciones audiovisuales de escuelas rurales.
El pasado viernes 9, más de 450 estudiantes, docentes y realizadores audiovisuales participaron de la primera jornada. «Vinieron a mostrar sus producciones y compartir su cine en un galpón de máquinas agrícolas que, durante este día, se transformó en una cálida sala de cine rural», relataron a través de la cuenta oficial de Instagram.
Ese día, celebraron los 10 años de esta iniciativa del fallecido comunicador René Oviedo. Desde la organización, destacaron el trabajo autogestivo y colectivo de quienes, de manera voluntaria, lo mantienen en vigencia.
«Estamos muy felices, porque había muchas escuelas que solían venir a mirar y en esta edición, casi todas vinieron a presentar cortometrajes», expresó Natalia Vega a EL LIBERTADOR, emocionada por la multitudinaria concurrencia. Este año, la jornada se concentró en las proyecciones, que no fueron pocas, amenizada por baile y comidas típicas.
«Fue el primer año que la programación fue casi un 90 por ciento de producciones de estudiantes de la provincia y de otras. Fue un alto número de estudiantes, lo vemos como un indicio de que hay una semillita que se plantó de producir y contar historias que se van viendo en los trabajos que se van presentando año tras año», destacó.
A las producciones locales, se suman otras de Chaco, Misiones, Formosa, Córdoba, Salta, Santa Fe y Buenos Aires dentro del país, así como de Paraguay, Chile, Venezuela, Bolivia.
El cine rural como una semilla que creció y seguirá creciendo, todo lo extenso que puedan hacerlo sus generosas comunidades rurales, todo lo inmenso que pueda ser en los infinitos campos correntinos y trascender.