Se realizará hoy el último intento por frenar medidas de fuerza en el transporte público de pasajeros de gran parte de los distrtitos del interior del país, incluido Corrientes.
Así las cosas, el encuentro de hoy al mediodía, entre referentes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap) y autoridades del Ministerio de Trabajo de la Nación definirá si miles de usuarios se quedan -o no- sin el vital servicio público.
Al cierre de la edición estaba definido que mañana, jueves 22 y viernes 23, el transporte público en el interior del país enfrentará una interrupción total de los servicios urbanos.
Como ya estaba más que claro, este conflicto surge tras el fracaso de las negociaciones paritarias entre el sindicato y empresas, y luego del recorte de subsidios por parte del Gobierno nacional, y también para el inicio del camino hacia un nuevo pedido de aumento del boleto por parte del sector empresario.
El pasado lunes, horas antes de conocerse los resultados de la reunión paritaria, en las cabeceras del servicio de colectivos de esta Capital, con epicentro principalmente en el Puerto, la UTA Corrientes concretó una primera asamblea de choferes. Desde las 9 y hasta las 11 el servicio estuvo paralizado en esta ciudad; otro tanto ocurrió entre las 19 y las 21 con el turno tarde de los trabajadores. No participaron los choferes de las líneas 110 y 101, que corresponden a la empresa Transporte Miramar, aunque se supo que sí estuvieron los delegados gremiales.
Dichas asambleas se realizaron para analizar los pasos a seguir en materia de medidas de fuerza locales, las cuales fueron ratificadas tras los resultados infructuosos de la reunión con el sector empresario a nivel nacional.
En ese sentido, el gremio colectivero confirmó un paro de colectivos de 48 horas ante la falta de acuerdo con los empresarios por el aumento salarial reclamado por el sindicato.
CONTEXTO
En la actualidad, los choferes de colectivos en la ciudad de Corrientes perciben un sueldo de 730.000 pesos, y la UTA reclama que se aplique la nueva escala nacional que fija un salario superior al millón de pesos.
Rápidamente, los empresarios manifestaron no poder hacer frente a los aumentos en las condiciones actuales del sistema. En los próximos días se formalizaría un pedido de reunión entre del Sistema Integrado de Movilidad Urbana (Simu) para analizar la situación.
No obstante, la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Corrientes (Cetuc) ya planteó que se necesitaría un boleto cercano a los 1.700 pesos -frente al actual de 990 pesos- para resolver el conflicto. De confirmarse ese valor, Corrientes volvería a tener el boleto más caro del país. «Las empresas no definen la forma en la que el sistema se paga y cuáles son las condiciones para sostener el sistema. Es el Estado municipal, en este caso, el que deberá resolver», dijeron desde Fatap.