Además del ataque que realizara el gendarme a su pareja (que lucha por su vida) en las primeras horas de este viernes 23, también gatilló contra su suegra, “pero falló”. Así lo describió el fiscal del caso, Pablo Sosa.
“Uno de los disparos fue efectuado hacia la mamá de la mujer, pero pegó en un espejo, estaba también el padre de la víctima, pero en el dormitorio y no vio nada», especificó el funcionario judicial; quien añadió que «no tienen hijos en común, las hijas son de ella”. “La nena de 4 años vio la escena posterior del hecho», lamentó.
VINCLULAR O POR CONEXIÓN
Tras esta descripción realizada por el Fiscal, se puede decir que se estuvo cerca de lamentar un femicidio vincular o por conexión. Ello permite recordar que la Ley 26.791, sancionada el 14 de noviembre de 2012, reformó el artículo 80 del Código Penal para criminalizar de modo agravado los homicidios vinculados con la violencia por razones de género.
En esta modificación, también se incorporaron otras figuras agravadas que podrían configurar un femicidio, a través de la ampliación de los supuestos contemplados en los incisos 1° y 4°, y la inclusión de un nuevo tipo penal en el inciso 12, conocido como homicidio vincular.
Se hace referencia a personas que fueron asesinadas por el femicida, al intentar impedir el crimen o que quedaron atrapadas “en la línea de fuego” de un varón tratando de matar a una mujer.
«De acuerdo a lo que se sabe, el sujeto le pegó una cachetada. La mujer fue y le contó a su madre. Cuando ambos le recriminaron sobre lo ocurrido el hombre comenzó a tirar. Disparó contra su suegra, pero el tiro pegó en un espejo. Está viva de milagro», comentó el fiscal Sosa.