A inicios de la semana pasada, un empleado de una reconocida cadena de supermercados fue sorprendido mientras entregaba productos del negocio, de forma irregular. Ocurrió en horas de la mañana del martes, tras una breve persecución sobre la avenida Pedro Ferré, casi en la intersección con la calle Brasil, en la Capital correntina.
De acuerdo a los datos que se conocieron, el implicado, que se desempeñaba como repartidor, utilizaba el camión del supermercado y distribuía la mercadería en el negocio de un supuesto ex empleado de la firma damnificada.
Autoridades del supermercado habrían basado sus sospechas en el implicado, quien guiaba vehículo, destinado al traslado de productos entre las diferentes sucursales, a partir de una presunta marcada faltante de stock. Fue en ese que contexto que los directivos habrían realizado la denuncia, lo que derivó en el posterior secuestro del rodado y la captura del conductor.
El accionar habría estado acompañado de la complicidad de un ex trabajador de la compañía, quien recibía cuantiosas cantidades de mercadería. En ese sentido, las conjeturas antes de que se radique la denuncia se habrían acrecentado ya que los episodios se repitieron por varias semanas, e incluso meses.
Grandes atracos
Si bien no se trata de episodios recurrentes, tampoco son hechos aislados. Hace poco menos de tres meses, a finales de mayo, tres locales comerciales sufrieron pérdidas millonarias en manos de delincuentes, todo en menos de diez días.
Uno de los más significativos fue el ingreso en una de las sedes de la carnicería y panadería La Reina, ubicada en inmediaciones de la avenida Ferré, al 2.000, casi en la esquina de la calle Gobernador González, la continuación de Uruguay, en la ciudad de Corrientes.
Las primeras novedades, en ese entonces, dieron cuenta que los ladrones ingresaron a las instalaciones del negocio y se alzaron con un jugoso botín, el cual rondaría los 100 millones de pesos.
No fue el único asalto, ya que maleantes se hicieron con una suma cercana a los 40 millones de pesos, tras interceptar al dueño de un conocido polirrubro. Este episodio ocurrió en el barrio Santa Lucía, también en Capital, donde los asaltantes, tras una serie de maniobras, huyeron con la recaudación del local.
El otro ilícito se perpetró en una carnicería, en plena peatonal Junín, frente a la plaza Vera, un punto más que transitado. De allí, tras levantar las chapas del techo, varias personas ingresaron y luego escaparon con un monto cercano a los 10 millones de pesos.
Casos que no son aislados y una modalidad cada vez más utilizada
Aunque no se traten de episodios reiterativos, en el último tiempo, al menos en lo que va del año, este tipo de atracos presentó un marcado incremento. Las sospechas en casi la mayoría de los hechos presentan un denominador común: la posibilidad de que haya existido un entregador, una persona que conozca en profundidad las acciones que se realizan en las empresas damnificadas y datos precisos que más tarde permiten a los delincuentes alzarse con el dinero. Se trata de una modalidad mayormente empleada en otros puntos del país y que en 2024 tuvieron un aumento en el territorio provincial.
Ataques premeditados, con investigación previa
Los atracos sufridos por los comercios dejan entrever que se tratan de ataques con una elaboración previa, con investigación y planeamiento para posteriormente pasar a la ejecución.
En ese sentido, otra de las sospechas que aumenta es que en la mayoría de los casos existe una persona que oficia como entregadora, con los conocimientos necesarios para detallar con exactitud movimientos de dinero, posibles lugares de cámaras de vigilancia y hasta los sitios en los que se podría encontrar guardada la recaudación.
Así, las inquietudes recaen sobre el personal de las empresas, sobre todo en quienes tienen conocimientos de datos clave.