El 15 de agosto el Centro de Conservación Aguará cumplió 11 años de arduo trabajo en pos de la recuperación y conservación de la fauna de la provincia. Lo que surgió como un proyecto para que los animales silvestres dejarán de ser expuestos al público como entretenimiento, se transformó en un espacio de reconocimiento nacional por la labor de profesionales que realizan un esfuerzo inmenso para salvar y regresar a su hábitat a ciento de ejemplares de distintas especies rescatados del tráfico ilegal, el mascotismo, la cacería y distintas acciones humanas que los ponen en peligro.
El origen del centro está muy relacionado con lo que fue el zoológico de la Costanera General San Martín. Tras una serie de reclamos de la población y de proteccionistas por el estado en que se encontraban los animales que allí vivían, se movilizó un proyecto de relocalización para ellos estén en un lugar mejor.
Así se llegó a la sanción de la Ley Nº 5.887/09 que determinó la creación del Centro de Conservación de Fauna Silvestre Aguará y terminó definitivamente con la concepción de animales silvestres en exposición como única finalidad. Así cuando estuvieron finalizadas las obras, la institución comenzó a funcionar el 15 de agosto de 2013, bajo la órbita del Ministerio de Turismo de la Provincia. Desde entonces, ininterrumpidamente, recibe ejemplares que necesitan ayuda en sus instalaciones de Paso de la Patria.
INTEGRAL
El trabajo que desarrollan los especialistas y voluntarios es muy variado. Reciben desde animales que fueron víctimas de algún ataque, ya sea de personas o mascotas, hasta aquellos fueron atropellados o rescatados del tráfico, ilegal. Además, desde hace unos años forman parte del Proyecto de Conservación de Especies en Iberá y en las instalaciones realizan cuarentenas de guacamayos rojos y pecaríes entre otras especies. Pero además, cumple un rol fundamental en la Educación Ambiental, dado que por sus instalaciones pasan alumnos de todos los niveles educativos y personas en general.
Hoy en día, se distribuyen las tareas en cuatro equipos.
*El primero es el de Bienestar Animal y en sus redes explican que son lo que se encargan de promover y estimular el bienestar físico/psicológico de los animales que están en rehabilitación para liberar, y del Plantel Estable. «Lo hacen mediante el mejoramiento de los recintos y/o enriquecimiento ambiental», detallaron.
*Luego, el de Veterinaria, conformado por quienes ayudan con la revisión y atención de las enfermedades en los animales, sus tratamientos y el suministro de medicamentos. «También se ocupan de las tareas de laboratorio, patología y necropsias», agregaron.
*Además está el Equipo de Atención y Alimentación de Animales Huérfanos que se encarga de las crías huérfanas de animales que llegan al centro que requieren atención y cuidados intensivos.
*Y, por último, el Equipo de Conservación y Planificación donde están quienes se ocupan de almacenar información, elaborar estadísticas y confeccionar una guía bibliográfica de todos los casos anuales de rescate, rehabilitación y liberación.
En sus redes resaltan la importancia y el valor de la colaboración de los voluntarios para el desarrollo de todas las tareas en el centro. «Aportan fuerza y motivación con sus ganas de ayudar y compartir su tiempo, sus saberes y aprendizajes, dando lo mejor sin esperar nada a cambio, convirtiéndonos en una gran familia de trabajo. Y, les agradecemos a cada uno», remarcan en sus publicaciones.
Los requisitos para ser parte son pocos: «Disponibilidad horaria, ser responsables y tener buena predisposición para trabajar en equipo», indicaron. La retribución viene después, con la satisfacción de poder ayudar a un animal a regresar a su hábitat en libertad.
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