En las últimas semanas se registraron reportes de la Capital y de localidades del Interior, sobre hechos vinculados con ataques de abejas a la población. Hace unos días, una situación se vivió en el barrio Anahí, donde los vecinos de la calle Leopoldo Lugones fueron picados y una cuadra debió cerrarse por varias horas hasta que los expertos lograron calmar a los insectos que habían hecho su nido en el árbol de una vereda. En diálogo con EL LIBERTADOR, una especialista en la materia explicó por qué aumentaron estos casos en la temporada y también dio algunas recomendaciones para que la gente sepa cómo actuar en estos casos y reduzca la posibilidad de que ocurran situaciones graves.
«Esta es la época de reproducción para las abejas. Durante el invierno las colonias se achican y pueden llegar a solo 1.000 ejemplares, pero en esta temporada, pueden subir a 50.000, 70.000 o incluso más. Cuando la colonia se hace tan grande, por supuesto que se empodera más y pueden ser un poco más territoriales», dijo la doctora Cristina Salgado Laurenti, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste y especialista investigadora del comportamiento de estos insectos.
«También en esta época nacen las nuevas reinas vírgenes que van migrando con un grupo de las colonias para buscar nuevos sitios donde instalarse. Por eso también estamos recibiendo muchos llamados de personas que piden ayuda porque encuentran nidos grandes en sus patios o en lugares específicos de sus casas», agregó.
Sobre la agresividad que pueden mostrar en algunos casos, explicó que hay determinados factores que las pueden alterar, y advirtió: «Cuando una abeja pica, llama a las otras y van a atacar todas juntas. Esto es muy peligroso en el caso de las personas alérgicas, los niños y los animales domésticos pequeños».
«Por lo general, las abejas no hacen nada, pero sí se pueden alterar si sienten que son amenazadas. Por ejemplo, con los movimientos bruscos que hacemos con la mano cuando se nos acerca una. También les molestan mucho los olores fuertes, un perfume o los aerosoles. Especialmente los que se utilizan para matar cucarachas. Hay gente que les tira eso para espantarlas y en realidad las ponen mucho más nerviosas y agresivas», remarcó.
¿QUÉ HACER?
La especialista mencionó que en el caso de tener una colonia cerca, lo primero es dar aviso a las autoridades para que la retiren con ayuda de personas que sepan cómo manejar a las abejas. «Nosotros, con el grupo de Investigación de Polen y Mieles, colaboramos a menudo en estas situaciones y retiramos a las abejas. Tratamos de no matarlas porque el objetivo es reducir el riesgo para ellas y para la gente. Lamentablemente, hay veces que esto no es posible y no nos queda otro remedio», aclaró.
«Es importante estar con el equipo adecuado porque las picaduras si son muchas pueden ser muy peligrosas. La semana pasada, por ejemplo, fuimos llamados porque había un nido en un poste cerca de donde la gente pasaba por la peregrinación y las abejas atacaron y mataron a dos perritos», advirtió.
«Pero algo que la gente puede hacer por su cuenta es poner aserrín o maderas húmedas a quemar en una lata y hacer humo. El humo las calma y eso es bueno porque reduce la posibilidad de ataques», recomendó.
«También se pueden comunicar directamente con nosotros al Instagram del grupo @lab.pal.ctes y vamos. Esto es sólo por la temporada. La gente tiene que saber que las abejas son muy importantes para el ecosistema y que, con los cuidados correspondientes, el riesgo es menor», completó.
La advertencia de un Municipio por enjambres
La semana pasada, la Municipalidad de Santo Tomé advirtió a los vecinos que alerten de inmediato la presencia de enjambres de abejas en algún punto de la ciudad. Esto se debe a los últimos ataques reportados, especialmente en espacios públicos del lugar. «Las abejas son vitales para nuestro ecosistema, pero pueden ser peligrosas si se sienten amenazadas», remarcaron.
También dieron indicaciones en caso de detectar a grandes grupos de estos insectos. Las cuales son:
-Mantener la distancia.
-Avisar de inmediato al número de Defensa Civil local.
-Esperar a que personal capacitado intervenga de manera segura.
Para tener presente,
el último caso mortal
La última muerte de una persona, vinculada con un ataque de abejas ocurrió el 30 de enero de este año, también en la localidad de Santo Tomé. Se trató de un hombre de 71 años que estaba en una plazoleta y fue picado reiteradas veces por estos insectos que se habían instalado en un árbol del lugar.
El trágico hecho ocurrió en la plazoleta Gaucho y además de la víctima fatal, varias personas que también fueron alcanzadas por los insectos debieron ser llevadas de urgencia al hospital local.
Tras lo ocurrido, circularon dos versiones: la primera, que el hombre quiso quemar el nido; la segunda, que las abejas se alteraron por una fumigación contra el dengue.
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