El 17 de septiembre, Sergio Barrios perdió la vida en el hospital Vidal. Cinco días antes, ingresó a la unidad con el 75% del cuerpo quemado. Apenas pudo decir su nombre y quedó en estado crítico. Ahora, sus familiares buscan saber qué fue lo que sucedió en la casa del barrio 17 de Agosto, y la única apuntada es quien era la esposa de la víctima, que se encuentra tras las rejas.
Una relación enfermiza, la muerte de un hombre, su esposa detenida y las dudas que aún hoy maneja la familia de la víctima. Se trata del caso de Sergio Barrios, quien perdió la vida el 17 de septiembre, cinco días después de ingresar al hospital JR Vidal con el 75 por ciento del cuerpo quemado.
La principal sospechosa, y detenida, es quien hasta ese momento era esposa de Barrios y madre de sus cuatro hijos. «Esto pasó aproximadamente a las 14 y nosotros nos enteramos a las 21.30, por un vecino de mi hermano», dijo Sandra Barrios, la hermana de la víctima, en comunicación con EL LIBERTADOR.
En ese contexto, la mujer hizo hincapié en que, junto a su padre, viven a unas cuatro cuadras del lugar en el que sucedió el hecho, en la casa en la que la víctima vivía con su esposa, sus cuatro hijos, su suegra y cuñados. Además, resaltó que su hermana vive a una cuadra y media, por lo que reclamó que no fueron avisados antes.
Asimismo, comentó que el Fiscal también habría sido informado varias horas después del episodio que finalmente terminó con la vida de Sergio. «El día de la audiencia, el Fiscal manifestó ante la Jueza que a él le ocultaron el hecho, desde la Comisaría 18ª. Nunca se le avisó, sino ocho horas más tarde», expresó.
«NO PUEDE CONTROLAR
SU IRA NI SUS IMPULSOS»
«Ella está detenida desde el viernes 20 de septiembre. El Fiscal dictó la prisión preventiva por 30 días. Se le denegó la prisión domiciliaria, debido a que en la audiencia, el Fiscal manifestó que se le hicieron estudios psicológicos o psiquiátricos, los cuales denotaban que ella presenta como que no puede controlar sus impulsos ni su ira», agregó Sandra.
Sergio agonizó varios días en el centro de salud. De acuerdo al relato de su hermana, ingresó y sólo pudo decir su nombre antes de descompensarse. «Tuvieron que reanimarlo en la camilla. Se lo llevaron a terapia intensiva, lo intubaron y lo indujeron a un coma», explicó Sandra, quien habló con la médica que recibió al paciente.
DUDAS
Hasta hoy, la familia continúa con dudas acerca de qué fue lo que sucedió en ese domicilio del barrio 17 de Agosto, en la Capital correntina. Las declaraciones de la pareja de Barrios no convencen, ya que habría manifestado que se trató de un intento de suicidio.
«Ella comentó que en ese momento cocinaba, estaban discutiendo. Arriba de la mesa había una botella de alcohol y cuando se dio vuelta, mi hermano ya estaba todo quemado. Dijo que intentó apagar el fuego con agua. Mi hermano tenía el 75 por ciento del cuerpo quemado, solamente una pierna y los pies no tenía afectado. Tenía quemaduras desde el rostro, para abajo, de espalda y frente», mencionó Sandra.
Fue en esa misma línea que Barrios indicó que dudaron «desde el primer día que haya sido un intento de suicidio, porque él siempre tenía problemas con ella y cada vez que pasaba algo iba a la casa de mi mamá. Ella no permitía que él tenga contacto con ninguno de nosotros. Era una relación enfermiza».
De profesión abogada, Sandra señaló que averiguó acerca del estado de la causa y añadió que se produjo un cambio en la carátula, la cual pasó a ser «homicidio agravado por el vínculo, por la relación de convivencia».
Por último, dejó entrever sus sospechas en cuanto al accionar policial y de la esposa de su hermano. «Si fue trasladado de inmediato al hospital, no me quedó claro. No sabemos a qué hora fue el llamado al 911. Lo que sí sé es que se tardó mucho en trasladarlo. Tampoco me quedó claro si se llamó o no a la ambulancia, porque a él lo trasladaron en un patrullero de la Policía, de la comisaría 18ª», concluyó.
MANIFESTACIÓN
Hace unos días, la familia de la víctima marchó desde el barrio 17 de Agosto hasta la rotonda de la Virgen de Itatí con un claro pedido: Justicia por Sergio y finalmente conocer en qué circunstancias perdió la vida. En el lugar, los seres queridos y vecinos del fallecido dejaron ver carteles con la frase «la violencia no tiene género».
«Vimos que no podemos confiar en nadie»
Sandra Barrios se refirió, además, a sus sobrinos, quienes viven en el mismo domicilio en el que Sergio sufrió las quemaduras. «Ahora vamos a tener que pelear por la tenencia de los chicos, más aún si se llega a comprobar que la abuela de los niños también tuvo algún grado de injerencia en estos hechos», dijo la mujer a EL LIBERTADOR y agregó: «Vimos que no podemos confiar en nadie, porque si fue un accidente, nos podían haber avisado». Por último, dejó en claro sus sospechas y declaró que no sabe «cuál fue la intención de ocultarnos los hechos, seguramente para que no investiguemos».
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