Aníbal Tosetti (Especial)
Para EL LIBERTADOR
ADN
Agrimensor nacional. Casado, 5 hijos, 8 nietos. Ex profesor universitario. Ex secretario Académico de la Facultad de Ciencias Exactas de la Unne. Ex presidente de DPV. Ex titular de Invico. Ex secretario de Estado de Obras y Servicios Públicos de Corrientes. En la actividad privada: presidente de Ingeniería para el Desarrollo Indesa.
Cuál es hoy su principal actividad?
-Asesoramiento a empresas.
¿Cuándo decidió ser agrimensor?
-Cuando terminé el secundario, mi afinidad con las matemáticas me llevó por ese camino.
¿Considera que hoy la universidad argentina está en crisis? ¿A qué lo atribuye?
-Difícil de definir en pocas palabras, pero Argentina toda vive una real tragedia educativa. La universidad forma parte del sistema. Aconsejo a la dirigencia (en general), y especialmente a la política, dos libros de cabecera: Basta de Historias, de Oppenheimer; y La Tragedia Educativa, de Etcheverry.
¿El nivel de los egresados universitarios sigue igual o ha mejorado o empeorado?
-En mi opinión, sigue igual. Salvo carreras que implican un nivel de práctica importante (como Medicina, los egresados no salen con conocimiento en prácticas concretas. Se hacen profesionales trabajando. Está claro, además, que la universidad te da una base, pero el sentido de responsabilidad profesional lo tiene cada uno. Creo que todo nuestro sistema educativo informa, pero no forma.
¿La universidad debe seguir siendo pública y gratuita?
-Pienso que la movilidad ascendente (social) tiene directa relación con la educación (no sólo universitaria). Y que debe seguir existiendo nuestro sistema de educación pública gratuita. Pero no sin condiciones ni metas claras de mayor eficiencia.
¿A qué obedecería que las carreras técnicas como la suya, a diferencia de las tradicionales, tiene pocos inscriptos?
-Todo tiene que ver con todo. Enseñar es un arte que, si cumple su objetivo, nos hace gustar cualquier materia. Las ciencias duras (matemáticas, física) no están bien enseñadas, y por lo tanto «aterrorizan» en la mayoría de los casos. Por otro lado, no se siembra una visión de futuro vinculado a las inserciones laborales. Así se ven profesionales trabajando de taxistas.
Presentó un proyecto para un segundo puente Corrientes/Chaco, ¿todo volvió a fojas cero?
-Mi vinculación real con el proceso de gestión del segundo puente concluyó en 2009. Ese fue un proyecto ferrovial, cuya licitación internacional para ejecución de la obra se llamó en 2001.
La crisis política, económica y social de diciembre de ese año impidió la continuidad del trámite licitatorio. Se reiniciaron las gestiones a instancias del gobernador Arturo Colombi que, junto al chaqueño Roy Nikisch, lograron la factibilidad de financiación. En 2009, el nuevo gobernador del Chaco, Milton Capitanich congela el proceso hasta 2014, cuando se delega en la Dirección Nacional de Vialidad, con un nuevo proyecto sin componente ferroviario. Hasta hoy no se ha vuelto a llamar a licitación la ejecución de la obra. Desconozco otros detalles del estado de ese trámite. Si se contara en detalle la historia, sin duda llegaríamos a la conclusión de que estamos como estamos, porque somos como somos.
¿Es difícil ser empresario en la Argentina? ¿Por qué?
-Por la inestabilidad económica. Por la inseguridad jurídica. Además, porque culturalmente no estamos preparados para el fracaso; último escalón de una escalera cuyos peldaños son fracasos. La persistencia es intrínseca al éxito.
¿Qué le aconsejaría a una persona que quiera invertir en una Pyme?
-Las ideas que no se tienen, seguro no se realizan. De las ideas que se tienen, algunas se realizan. El futuro es de los emprendedores. Siempre va a haber muchos obstáculos. Nunca aceptar que un obstáculo es un impedimento. La mitad es esfuerzo. La otra mitad es suerte. La facilitación en Argentina casi no existe. Así que hay que arremangarse un poco más. ¿Qué puedo hacer yo, si ya está todo hecho? Es un pensamiento de falsedad absoluta.
¿Qué le aconsejaría a un joven que quiere irse del país?
-Yo siempre pensé que la realización personal más importante es el equilibrio emocional. La paz interior. Son muchas las cosas que están en la balanza. El desarraigo tiene costos emocionales importantes. Más allá de esas generalidades, no podría decirle nada sin conocer sus motivaciones ni la profundidad de las mismas.
¿Qué valores le falta a nuestra dirigencia?
-Con seguridad habrá excepciones, pero en su conjunto le falta anteponer el interés general a cualquier otro. Le falta un real sentido de responsabilidad sobre el futuro. Le falta integridad.
Si no fuera lo que es, ¿qué le hubiera gustado ser?
-Nunca me lo pregunté. Tal vez haber sido uno de Los Chalchaleros.
¿Qué virtudes y defectos tiene?
-De mis virtudes, si las tengo, deberían hablar los demás. De mis defectos, todos los días descubro uno nuevo. Todo lo que hice y hago, lo hago con pasión. Y sí sé que no soy egoísta; no soy desamorado ni soy insensible. Creo que el final sentido de la vida es el amor, en todas sus expresiones, comenzando por la amistad.
¿Qué valora y detesta de otra persona?
-Su capacidad de dar amor. A lo largo de mi vida, y lo digo con toda sinceridad, nadie ha logrado que lo deteste. Dado el caso, los cambios de casillero y punto. Nadie es perfecto.
Cite algún sueño hecho realidad y uno frustrado.
-No he tenido grandes sueños. Tampoco grandes frustraciones.
¿Qué hecho no logrado le gustaría que logren sus hijos y nietos?
-Que puedan vivir en una Argentina distinta de la que yo viví. Yo puse mi granito de arena, pero sigo siendo uno de los que no logró que exista esa Argentina.
¿Si no viviera aquí, donde le hubiera gustado vivir?
-La República de Corrientes. No la cambio por ningún otro lugar del mundo.
¿Qué lugar le gustaría conocer?
-Físicamente, lo que tiene cualquier otro lugar del mundo, lo tiene Argentina. Y no conozco ni la mitad del país. Así que, primero eso.
¿Qué es lo que mira primero en una mujer?
-Su sonrisa.
Frase con la que se identifica.
-Más vale morir con amor, que no se muere, que vivir sin amor, que no se vive. Otra: La vida es como aprender a andar en bicicleta, para no caerse hay que seguir en movimiento.
Película y música preferida.
-El Padrino y Mi Obra Maestra (películas). El Orejano (valseado, de Jorge Cafrune).
Un buen recuerdo de la niñez.
-La zamba Chiquilín resume muy bien mi actual visión de mi niñez. «La nave azul de la tarde llevó mis dudas y mis preguntas hacia la pureza de aquellos tiempos cuando eran dulces mis amarguras. Mirando con ojos de chiquilín, el campo, no es tierra y viento, y se vuelve música en la distancia el duro bronce de los cencerros».
Un libro para recomendar.
-Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo (de Deepak Chopra).
¿A qué personaje le hubiera gustado conocer?
-A John Kennedy.
¿Qué le pide hoy a Dios?
-Ya me dio mucho. Le pido un milagro muy grande: la paz en el mundo.
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