Regatas Corrientes dejó atrás la mala racha en el comienzo de la Liga Nacional de Básquet y con la última victoria frente a La Unión, en Formosa alcanzó su tercer triunfo en fila y el primero como visitante en la temporada, llegando además a emparejar su récord con 4 victorias y 4 derrotas.
Ahora, mientras esperan por el próximo juego, que será recién en un par de semanas, el equipo conducido por Fernando Calvi aprovecha para trabajar, seguir ajustando detalles y enfocarse en mantener el envión conseguido.
En ese contexto, Salvador Giletto aprovechó para hablar y dejar algunos conceptos respecto a la actualidad del equipo, lo que ya pasó, lo que se viene para el «Fantasma», y su felicidad por su presente personal.
En un amplio análisis de la primera situación negativa que le tocó atravesar al equipo, el nacido en Resistencia explicó: «Después del Interligas quizás perdimos un poco el rumbo de lo que queríamos mostrar, de lo que habíamos mostrado en parte de ese torneo, y era lo que pretendía el cuerpo técnico. Si bien con Instituto pudimos ganar, me parece que no sé si plasmamos la idea que teníamos de juego».
«Luego, eso se vio también en la gira donde sabemos que de visitante es muy difícil ganar y más aún si no tenés esa identidad que estás buscando. Pero bueno, sabíamos que era parte del proceso, había que entenderlo», continuó.
Pero las buenas llegaron, y Regatas pudo ganarle a Unión y San Martín como local, y a La Unión como visitante, y sobre eso dijo: «Trabajamos para mejorar y pudimos revertir la situación. Si bien, así como le ganamos a Instituto sin jugar como queríamos, creo que con Oberá hicimos mucho mejor las cosas y no lo pudimos a ganar, y eso nos sirvió mucho para cambiar la cabeza y agarrar envión».
Sobre la dificultad de los rivales en el inicio de la temporada, donde se midió equipos importantes, Salvadorno se quitó responsabilidad y fue autocrítico: «Yo calculo que quizás para los otros rivales también era complicado jugar contra nosotros. Hoy tenemos que hacernos cargo del equipo que tenemos, y si bien esto no significa que vas a ganar todos los partidos, nos tenemos que preparar para intentarlo en todos los juegos».
«Pudimos revertir esa imagen que no queríamos dar, ni para nosotros, ni para la gente, ni para el club, así que hoy estamos un poco más tranquilos. Al ganar también es más fácil corregir y te va dando confianza en el trabajo que estás haciendo», agregó.
Sobre la filosofía y la forma de esta nueva versión de Regatas recalcó: «Primero nos fijamos en la parte defensiva, de tratar de tener una defensa madre fuerte, y después si buscar variantes dependiendo del rival o dependiendo la situación de juego en que estemos. Y a partir de ahí crecer en ofensiva con todas las variantes que tenemos, que ya demostramos que son muchas, y que cuando tenemos fluidez, nos pasamos la bola y jugamos agresivos se le va a complicar al rival».
«Cuando el equipo está sólido atrás, después adelante las cosas van a salir por una mano u otra. Ahora volvió Fabián y está claro que nos da muchísimo en ofensiva. Además, donde no ande uno va a andar otro, entonces, tenemos que estar firmes en la parte defensiva como para después estar tranquilos adelante», sumó.
El ala pivote de 31 años habló también sobre estas semanas donde no tendrán partidos, ya que los próximos juegos serán el 2 y 5 de diciembre como local frente a Gimnasia y Zárate. Sobre eso, dijo: «tenemos cerca de 20 días y seguramente lo usemos para entrenar bastante, no tanto descanso, pero si descanso mental de partidos, y focalizando un poco en lo que tenemos que corregir. Así que nos preparamos para lo que viene, para cerrar bien la primera parte de la temporada».
Por último, también hizo mención a los dos clásicos que le tocó jugar frente a San Martín en poco tiempo en el club: «Es lindo siempre jugar un clásico. Se sabe que el clásico correntino se vive con mucha euforia, con muchas ganas. Uno sabe lo importante que es para el club y para la gente. También para el envión anímico que nos genera a nosotros».
«La verdad que fueron dos clásicos muy lindos, encima los pudimos ganar. Eso te termina dejando un poco más tranquilo, sabés que estás haciendo bien las cosas. Esos partidos tienen un condimento especial de ansiedad, de querer ganarlo».