Valentín López Vivaldo, el niño prodigio del karting, deslumbra con tan sólo 6 años de edad.
Valentín ya ha demostrado que la velocidad «corre por sus venas». Este pequeño piloto ha captado la atención de la comunidad automovilística local gracias a su destreza en la pista y a su gran pasión por las carreras.
Nacido en la ciudad de Goya, provincia de Corrientes, cursa salita de 5 años en el Instituto Hispanoamericano y comenzó a interesarse por el deporte motor desde muy temprana edad, influenciado por su abuelo materno Miguel Vivaldo quién a los 4 años le acondicionó su primer karting.
A pesar de su corta edad, se desempeña con una seguridad y habilidad en la categoría Escuelita 110 cc, donde corre con chicos de hasta 8 años, no teme a sus rivales logrando este año un gran segundo puesto siendo debutante en la categoría, hecho que sorprendió tanto a sus entrenadores como al público.
«Cuando Valentín sube al kart, se transforma. Es increíble cómo domina el volante y cómo entiende la dinámica de las carreras», comenta su abuelo, Miguel quien lo acompaña en cada entrenamiento y competencia.
Con un calendario de competencias locales que ya lo tiene como una de las grandes promesas, Valentín no sólo compite, sino que también se divierte, «para él, el karting es un juego en el que además aprende valores como la disciplina, el trabajo en equipo y la perseverancia», afirman integrantes del equipo.
La comunidad automovilística sigue de cerca su evolución, y muchos aseguran que este joven talento tiene un futuro prometedor en el mundo del automovilismo, no sólo por su manera de conducir, sino además por el carisma que posee con el público que sigue atento cada una de sus carreras.
Este nene despierta grandes pasiones en los seguidores de este deporte, logrando en su última carrera que el público esquinense se agolpe en la línea de meta esperando su llegada para aplaudir su actuación. Mientras tanto, Valentín disfruta cada vuelta como si fuera la primera, demostrando que no hay edad para perseguir sueños y vivir con pasión.
«Yo quiero ser como Franco Colapinto y llegar a competir en las carreras grandes», dice Valentín con una sonrisa que refleja su inocencia y también determinación.
Sin dudas, en Valentín se recuerda que los grandes sueños comienzan desde pequeño, y que el futuro de las pistas podría estar en sus manos.
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