En las últimas semanas, el intenso calor se hizo sentir tanto en la Capital correntina como en múltiples puntos del Interior. En ese sentido, desde los distintos cuerpos de bomberos insisten en la necesidad de frenar las quemas de basurales para evitar que las llamas se propaguen.
La semana pasada, integrantes de la Asociación Civil de Bomberos Voluntarios de la Capital debieron intervenir para contener varios focos ígneos, de los cuales algunos representaron riesgo para inmuebles lindantes.
A poco menos de un mes para el inicio del verano, las altas temperaturas se presentan casi en todo el territorio provincial, lo que, ante casos de incendios, hace que el trabajo de los bomberos, a la hora de controlar las llamas, sea más difícil.
«En este tiempo de altas temperaturas se trabajó con bastantes incendios de pastizales y se logró cumplir con todos, siempre en equipo con Bomberos de la Policía», explicó el comandante y jefe del Cuartel de Bomberos Voluntarios de la ciudad de Corrientes, Daniel Bertorello, en comunicación con EL LIBERTADOR.
Preparación: entre la alerta
y la inmediata intervención
«Estamos con un número bastante importante de incendios», admitió Daniel Bertorello y luego comentó que es constante la preparación de los integrantes del cuerpo de bomberos de la Capital: «Estamos preparados. Los bomberos son experimentados, ya tienen varios incendios en las costillas para trabajar», aseguró y resaltó que las guardias «son normales, aunque hay veces que tenemos que reforzarlas. Cuando existen incendios grandes, sale la primera dotación y la segunda tiene que quedar a disposición en el cuartel, y así sucesivamente».
«No hay que quemar, aunque a
veces a la gente le cuesta entender»
El Comandante y Jefe de los Bomberos Voluntarios de la ciudad de Corrientes destacó que en el último tiempo tuvieron incendios en los que debieron salir de su jurisdicción para apoyar en focos ígneos de localidades cercanas, y volvió a instar en la necesidad de evitar todo tipo de quemas e hizo especial hincapié en los incendios de basurales, los cuales, casi a menudo, son controlados por los bomberos. «No hay que quemar, hay que tratar de cortar y dejar amontonada la basura y esperar a que el camión recolector pase a retirar, aunque a veces a la gente le cuesta entender», aseveró Bertorello.
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