Desde el PRO piden que Senasa informe motivos por el cual se paralizó el cronograma que preveía sólo la aplicación de dosis de terneros en segundas campañas, a fin de mantener una inmunidad anual.
04-POLITICA-9La diputada nacional por Corrientes, Sofía Brambilla presentó un proyecto de resolución solicitando al Poder Ejecutivo nacional, que a través del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), se informen los motivos que llevaron a la suspensión del Nuevo Plan de Vacunación contra la Fiebre Aftosa.
Este plan se implementaría durante la segunda campaña del corriente año, basado en estudios técnicos y científicos realizados durante los últimos dos años, con la intención de dejar de vacunar los novillos en la segunda campaña de 2024 y sumar a las categorías de vaquillonas; novillitos; toros e incluso los machos enteros jóvenes durante la segunda campaña de 2025. Es decir, preveía sólo la vacunación de terneros y terneras en las segundas campañas para mantener una inmunidad anual.
La legisladora sostuvo que, la decisión de modificar el plan de vacunación contaba con el respaldo de estudios técnicos y científicos, y había sido consensuada con las diferentes asociaciones rurales y el resto del sector productivo.
«El impacto de esta medida sugería un ahorro estimado de 15 millones de dosis por año, lo que equivale a unos 30 millones de dólares en inversiones en sanidad para el sector ganadero», afirmó.
Asimismo, se destacó que la consulta pública realizada por el Senasa arrojó una clara oposición por parte de los productores a continuar con las campañas de vacunación, tal como se venían realizando.
En este sentido, la legisladora sostuvo que: «El cambio de rumbo en la política sanitaria genera incertidumbre en el sector y perjudica la economía de los productores, especialmente en provincias como Corrientes, donde la vacuna contra la fiebre aftosa es una de las más caras de la región».
«Es fundamental que el Senasa brinde las respuestas necesarias para aclarar esta situación», remarcó.
CONTEXTO
A fines de junio de 2024, el entonces vicepresidente del Senasa, Sergio Robert, en el marco de la 15ª Jornada de Evaluación de Planes Sanitarios Provinciales y Nacionales, organizada por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), se refirió a la reorganización del mencionado plan de vacunación.
«En la segunda campaña de 2024, dejaremos de vacunar los novillos y en la segunda campaña de 2025, se sumarán las categorías de vaquillonas, novillitos, toros e incluso los machos enteros jóvenes. Es decir, a futuro, en las segundas campañas sólo se vacunarán terneros y terneras para mantener una inmunidad anual. En la primera campaña de cada año se vacunarán todas las categorías», puntualizó.
Como es sabido, las campañas de vacunación contra la Aftosa representan aproximadamente el 30 por ciento del costo de sanidad que afronta un productor ganadero. El impacto de esta medida sugería un ahorro estimado de 15 millones de dosis por año, lo que equivale a unos 30 millones de dólares en inversiones en sanidad para el sector ganadero. Además, se reducirían significativamente los costos operativos relacionados con el movimiento de animales.
Sin embargo, el 23 de agosto del corriente año, Robert presentó su renuncia al cargo, dejando en suspenso la nueva reglamentación anunciada meses atrás.
Por este motivo, diferentes asociaciones rurales tales como la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes, o la Sociedad Rural de Saladillo, entre otras; han expresado su desacuerdo con la decisión de continuar con la doble vacunación anual.
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