La Universidad Nacional del Nordeste, el Laboratorio de Química Analítica Instrumental (Facena-unne) fue pionero en la región en la experimentación con cannabis, con la premisa de generar conocimiento científico que respalde la utilización segura de los preparados que se realizan a partir de esta planta que tiene aplicaciones terapéuticas.
Pero además de la búsqueda de generar conocimiento científico de interés en la temática, el objetivo desde la Unne fue siempreque el conocimiento generado «no quede en el laboratorio» sino que pueda ser transferido y aprovechado en la sociedad por pacientes que lo requieran.
Uno de los proyectos en esa línea fue Cannabis Medicinal: un enfoque desde la evidencia científica, aprobado en la Convocatoria 2023 del Programa Unne Salud Exactas, que tuvo a la Asociación Cannábica Correntina para Investigación Medicinal como organización co-participante.
La iniciativa se realizó entre los años 2023 y 2024, con el objetivo de vincular a distintos actores y sectores que vienen trabajando en torno al cannabis medicinal y su uso responsable, como empresas, asociaciones de cultivadores, organismos gubernamentales y grupos de pacientes.
Desde el Laboratorio de Química Analítica Instrumental, en diálogo con Unne Medios, hicieron un balance de las actividades desarrolladas y destacaron que se logró llevar el mensaje claro de que «el cannabis cuenta con propiedades que pueden ser aprovechadas con fines medicinales, pero que esa utilización debe estar respaldada por la evidencia científica».
«Evaluamos como altamente positivo el balance del proyecto de extensión por medio del cual pudimos acercar información con rigor científico a los distintos eslabones de la cadena del cannabis en la región nordeste, además de lograr vincularnos con iniciativas similares de otras partes del país» destacó el Dr. Mario Raúl Delfino, director del proyecto.
Indicó que en los últimos tiempos se han logrado importantes avances en la demostración de las propiedades medicinales del cannabis, no obstante, aún persiste en una parte de la sociedad la idea errónea de que el cannabis sólo es un estupefaciente peligroso, sin considerar sus propiedades benéficas aprovechables, así como también se mantiene el concepto inapropiado de que el cannabis sirve para todo.
Sobre ello, sostuvo que «la premisa de nuestro trabajo fue concientizar respecto a que el cannabis es algo complementario, no suplementario, de otros tratamientos convencionales, y que su consumo siempre debe contar con supervisión profesional, y con la utilización de productos elaborados de forma segura».