La semana pasada, la jueza Federal Cristina Pozzer Penzo, a cargo de la investigación por la desaparición y presunto rapto de Loan Danilo Peña, dictó el procesamiento y prisión preventiva de los siete imputados por la presunta sustracción del niño de cinco años visto por última vez el 13 de junio en el paraje Algarrobal de la localidad de 9 de Julio. En el comunicado, la magistrada dio a entender cuál es su hipótesis de lo que ocurrió con el menor esa siesta y dejó a muchos en shock.
Según publicaron el portal oficial del Ministerio Público Fiscal, la conclusión provisoria de la jueza señala la posibilidad de que el niño haya sido víctima “de un hecho accidental con posteriores implicancias en la sustracción, ocultamiento y traslado -en condiciones o fines a determinarse- fuera del lugar del extravío, en esas primeras horas con conocimiento de las personas que ahora están detenidas con meridiana posibilidad”.
“El niño, después del último punto indubitado donde habría estado, el conocido ‘El Naranjal’, habría seguido -solo o con otras personas- el trayecto que marcaba el can, que era hasta cerca de la escuela abandonada, donde existen ciertas sospechas de que Caillava y Pérez, habrían levantado al menor tras un posible accidente o evento criminal para llevárselo fuera de la esfera de custodia de su padre, sin que sepa su paradero hasta la actualidad”, resaltó la jueza.
Luego, la magistrada señaló que los últimos adultos en estar con Loan en la zona del Naranjal después del almuerzo fueron: Benítez, Ramírez y Millapi. “Los tres no pueden desentenderse del resultado en la desaparición del niño. En principio, fueron al Naranjal y estuvieron con él, con los niños hasta desconocer en sus relatos qué pasó con el niño a su cuidado”, apuntó.
“Lo indubitable es que Loan sigue sin aparecer, las últimas personas que estuvieron con él son las detenidas, y dos que fueron los únicos con posibilidades ciertas de sacarlo de la zona donde fuera visto por última vez”, afirma la jueza.
Y agregó: “Resulta lejano a toda lógica que un niño de tan corta edad, en un lugar desconocido pueda perderse de la vista como de la supervisión de cinco adultos a plena luz del día; a partir de esta probabilidad construyo la responsabilidad concurrente de cada uno de ellos, como coautores de la sustracción y posterior desaparición del niño, en cuyo tramo Pérez y Caillava habrían sido los eslabones dentro de esta cadena delictiva, sin cuyo aporte no habría podido consumarse, permanecido oculto el entramado quizás involuntario en un comienzo, pero doloso una vez que avanzaron en la retención, sustracción y ocultamiento, por razones que todavía no puedo determinar en este ‘iter criminis’.
Esa es hasta el momento, la última información oficial que se tiene sobre la investigación sobre el caso que hace seis meses mantiene en vilo al país.
Fuente: fiscales.gob.ar