En el Palacio Apostólico, representantes institucionales, responsables políticos y organizaciones humanitarias compartieron compromisos y reflexiones en torno a la protección de los niños en todo el mundo.
La religiosa Martha Pelloni disertó en una cumbre internacional sobre los derechos de los niños convocada por el papa Francisco. Allí, entre las ideas que expuso se pronunció sobre el caso Loan.
El caso Loan
«El Papa Francisco hace unos días hizo mención del caso Loan en Corrientes con una de esas posibilidades de la trata, el tráfico de órganos existe más de lo que nosotros pensamos. Es un negocio en el que intervienen clínicas, hospitales, especialmente psiquiátricos, con médicos, enfermeros, choferes de ambulancias, policías, abogados. Es tan grande el dinero que se mueve que obliga a un silencio mayor y por eso de este tema no se habla y se quiere hacer creer que no existe», sentenció para dar paso a los siguientes pasos de su exposición.
Su disertación
Al comienzo sostuvo: «Querido Papa Francisco, queridos hermanos, estamos aquí desde esta mañana, no cabe duda que es para salvaguardar la declaración universal de los derechos del niño pidiendo a los países que aún no han adherido se sumen a partir de esta convocatoria. En Argentina desde 1989 tiene rango jerarquía constitucional. Y, sin embargo, nos encontramos hoy con una enorme brecha entre la legislación y la realidad. Es así que los artículos de la Convención Internacional nos enfrentan a exigir y organizarnos para luchar por nuestros niños y sus derechos. Derecho a la igualdad, derecho a la vida digna, derecho a la educación, derecho a la salud».
«Hoy en la Argentina la pobreza social es estructural y es la causa de generar en los niños violencias cada vez más complejas. La violencia del abuso de poder en el estado es a la vez causa madre de la corrupción en las instituciones que deben cuidar a los niños. Mientras los derechos humanos y sociales no sean educados, asumidos e integrados en los estados, gobiernos de los países, habrá que luchar mucho desde las organizaciones sociales para lograr gobiernos que los defiendan e implementen», prosiguió.
«Con esta realidad existente en la desprotección de los derechos del niño, encontramos que los artículos 34, 35 y 36 de la Convención que son contra el abuso, explotación sexual, venta y trata de niños no se cumplen. Las leyes están, pero hay que tipificarlas. Es necesario estar presente entonces nosotros, las organizaciones, en los congresos del estado para exigirle su cumplimiento», cerró la idea.
Luego continuó: «Padres jóvenes sin trabajo que se drogan y maltratan a sus hijos, lo que motiva al Estado a quitarle los hijos, que son llevados a guarderías del mismo Estado y que en varias oportunidades se han hecho denuncias también por malos tratos. En esta situación de los niños la ley obliga cumplido 180 días a darlos en adopción. Lo más triste en esta situación es que aparece en muchos juzgados de familia la corrupción de la venta de esos niños que se adoptan. Son sumas de dinero impensables».
«La subrogación de vientres no solo es explotación de la vida y dignidad humana sino que muchas veces es puerta abierta para la venta de bebés por internet. Es una nueva modalidad de trata de personas. Niños que trabajan en villas y barrios con una vida en situación de vulnerabilidad. Muchos a partir de los diez años venden droga, otros consumen y salen a robar. Cada vez es mayor la cantidad de esos niños que no van a la escuela. Muchos no tienen quien se ocupe de ellos. Algunos van y no pueden ser contenidos en las instituciones con el agravante de que tenemos una realidad por pérdida de valores que padres y docentes que tampoco tuvieron límites no saben ponerlos. La pérdida de valores en esta sociedad por decadencia, la decadencia educativa arrastra múltiples formas de violencia», reflexionó.
Además de agregar que «niños y niñas no educados con una sexualidad integral consumen desde los nueve años pornografía. Con la educación sexual integral hacemos un llamado a la iglesia, colegios católicos, fundamental en todas las catequesis. Hay miedo para ello. Niñas, madres de 12 y 13 años que deben afrontar una maternidad inmadura. O son explotados sexualmente en sus propios hogares o vendidos para la prostitución y trata. Son robados en clínicas y hospitales, otros son secuestrados para ser explotados sexualmente en la pedofilia, en trabajo forzado y mendicidad o tráfico de órganos».
Con lo que prosiguió: «El trabajo de niños en el campo argentino es otra realidad explotada. El más ligado es el de las familias con los niños que son trasladados para las cosechas, desde, por ejemplo, Bolivia a la Argentina para la cosecha de tomate y pimientos. Les llaman golondrinas, viven en campos de ricos muy pobremente y sufren el abuso de los agrotóxicos que han motivado muerte de niños y anormalidades de nacimientos. La justicia pone la balanza en la defensa de los ricos».
«La dignidad humana tan manoseada por los intereses monetarios y capitalistas de nuestros países nos llama a luchar por lo que hemos venido a este encuentro. Nos unimos a la convocatoria del papa Francisco con el jubileo de este año 2025 encontrar el camino de la paz con la esperanza que no defrauda», finalizó.