Es el primer libro de la profesora Claudia Podestá. Una novela, que invita a tomar conciencia acerca del linaje familiar y sobre cómo nuestros ancestros nos predefinen en muchos aspectos.
Este sábado 8 de febrero, a las 19 horas se presenta en el Espacio Mariño (Santa Fe 847), la novela “Isabel, la casa”, primer libro de la profesora Claudia Podestá, publicado por la editorial Tinta Libre.
Se trata de una novela de 102 páginas, que recorre las vidas de las “Isabeles”, las mujeres de la familia de la escritora. Para la presentación se eligió al Espacio Mariño, lugar autogestivo e inclusivo, destinado a artistas y público en general para la expresión de la diversidad cultural de Corrientes, ya que “resonaba con la historia del libro”, según aseguró la autora.
“Esta novela se centra en el linaje familiar, en lo que heredamos, cómo aprendemos de nuestras madres, abuelas y las personas que nos precedieron, a lidiar con las circunstancias de la vida” detalló Podestá quien es profesora de Química; y explicó que “la idea de escribir siempre estuvo latente, y siempre tuve la historia de mi bisabuela y mi abuela dándome vueltas en la cabeza. Porque fueron personas que de lo cotidiano hicieron algo extraordinario”.
“Pienso que este libro puede interesarle a cualquier persona que no haya tomado conciencia aún de su propia identidad, de quién es y de dónde viene, y cómo los que estuvieron antes nuestro ya nos predefinieron en muchas cosas” expresó.
Cabe agregar que la obra ya puede adquirirse tanto en su formato impreso como en la versión E-book, ingresando al sitio web de la editorial tintalibre.com.ar.
Resumen
Isabel es la última de una larga línea de mujeres que siempre han resistido la adversidad. Tras una pérdida devastadora, se enfrenta a su propio dolor, y encuentra respuestas en un legado que parecía olvidado. En su búsqueda, descubre que el linaje de las Isabeles no es solo un nombre, sino una herencia de resiliencia que ha cruzado océanos, fronteras y tiempos.
Esta es la historia de una mujer que, al explorar las vidas de quienes la precedieron, se encuentra a sí misma y comprende que, aunque ella es la última Isabel, el legado de su linaje trasciende más allá de ella, como un río que, al llegar al mar, deja atrás su identidad para fundirse en su destino final, y en ese acto descubre su verdadera esencia, dándose cuenta por fin de que siempre había sido parte del infinito.