Dos policías fueron detenidos tras protagonizar un enfrentamiento a tiros en un boliche de Corrientes.
Se trata de un primero de la Policía provincial de 42 años y su hermano, un cadete del cuarto año de la Escuela de Policía, fueron demorados, uno con una causa penal y el otro con un expediente contravencional y posibles fuertes sanciones internas, luego de protagonizar gravísimos incidentes dentro del local 30 y Pico en el barrio San Roque Oeste.
En el lugar se registraron golpes de puño y hasta disparos de armas de fuego. Los dos estaban completamente alcoholizados y se les secuestró un arma reglamentaria 9 milímetros.
El incidente ocurrió alrededor de las 4 de la madrugada, cuando la Policía fue alertada sobre un gravísimo incidente en el interior del boliche ubicado sobre avenida Altagracia al 3000, entre calles Atacamas y Calchaquíes.
Un sargento de la Policía que cubría un servicio adicional en el boliche, alertó al 911 que envíen refuerzos y relató que el personal de seguridad del local bailable, procedía a retirar del mismo a un hombre de 42 años, quien se hallaba realizando disturbios dentro del establecimiento.
En ese momento y por detrás, fueron atacados a tiros, por otro sujeto joven que al grito de «nadie va a tocar a mi hermano», amenazó a todos portando un arma de fuego.
Esto alertó al sargento que colaboraba con la seguridad y decidió actuar para reducir al tirador y retirarle el revólver que portaba, pero en medio de la maniobra, el sujeto volvió a efectuar otro disparo; que fue el último antes de ser reducido. Se trata de un hombre identificado como Sergio Daniel Fernández de 22 años, y quien se identificó como cadete del cuarto año de la Escuela de Policía de la provincia de Corrientes. Su hermano, Gustavo Carlos de 42 años, al que inicialmente estaban retirando por violento del interior del local, resultó ser también un Cabo Primero, con prestación de servicio en la Unidad Especial de Seguridad Hospitalaria, ambos oriundos del barrio Virgen de los Dolores de Capital.
Los dos agresores fueron arrestados y trasladados hasta la comisaría Décimo Quinta, desde donde se notificó del hecho al fiscal Roubineau, quien ordenó se inicien actuaciones judiciales por «portación de arma de guerra de uso civil y agresor con arma de fuego».
Además, se secuestró la pistola calibre .9mm, marca Bersa, con ocho municiones en su cargador y las vainas servidas.
El resultado del testeo de alcoholemia arrojó que el cadete tenía 1.41 g/l; mientras que en su hermano, el dosaje alcohólico arrojó 2.94 g/l. Luego de otros peritajes, ambos sujetos quedaron en calidad de detenidos en la comisaría Primera.
Al menor de los Fernández se le inició una causa penal por el uso del arma de fuego; su hermano, el cabo primero, afronta un proceso contravencional interno por sus acciones.
La causa está caratulada como Sup./ Portación de Arma de Guerra y uso civil y agresión con arma» y continúan en manos del titular de la UFIC N°6, a cargo de Gustavo Roubineau.