Por Noelia Irene Barrios
EL LIBERTADOR
La ciudad de Corrientes es una de las más antiguas del país. Fundada el 3 de abril de 1588, fue escenario de importantes eventos de gran relevancia para la historia nacional. Pero además, es una tierra con fuerte impronta cultural en la que predominan sus creencias y leyendas. Por eso, no es raro pensar que también proliferen algunos mitos urbanos, que cobran fuerza dependiendo del lugar en el que son relatados. Uno de ellos proviene del barrio Ponce y hace referencia a un hecho trágico y a una joven mujer que deambula por allí en las noches.
En el blog Fantasmas y misterios de Corrientes, espacio virtual que cuenta con alguna de las leyendas e historias urbanas más destacadas de la ciudad, un vecino contó hace tiempo su experiencia con la extraña entidad a la que describe como «la chica vestida blanco».
«Se cuenta por el barrio que, en una plaza alejada pero cerca de las nuevas casas entregadas, se puede ver a una chica vestida de blanco que deambula o se la suele ver por las noches en dicho lugar», dijo el hombre que se identifica como Luis y señaló que residía en el sector de viviendas entregas en el 2009.
Según contó Luis, hasta los serenos que se encargaban de cuidar las viviendas todavía en construcción, decían que escuchaban ruidos y veían a esta muchacha caminar por el lugar. «Del miedo que generaba esta situación, dichos trabajadores se iban de allí y se dirigían con sus compañeros para no estar solos», aseguró.
VERSIONES
Al parecer, intrigado por esta leyenda urbana, el vecino decidió comentarla con otras personas que residían allí tiempo antes que él. Esa investigación personal lo llevó a reconstruir una historia trágica detrás de esta misteriosa joven que asustaba a los vecinos y serenos.
«Me contaron que donde está la plaza vivía una chica de más o menos 16 años, que fue violada por el abuelo, motivo por el cual habría quedado embarazada y al parecer por esa circunstancia tomó la decisión de suicidarse colgándose de un árbol que estaba al frente de su casa, es decir, donde actualmente está la plaza», relató. Y, en cuanto a la particular apariencia de esta entidad, mencionó que «la niña tenía puesto al momento del velatorio un vestido blanco como con el que la vieron algunas personas».
A su testimonio, Luis agregó que se trata de una historia que la gente del barrio conoce muy bien. «Tomó tanta difusión que nadie va a esa plaza, es más parece como abandonada tapada por los yuyos, lo que la hace más tenebrosa», describió.
Sin embargo, sobre si él se cruzó con la entidad en algún momento, Luis se sinceró y dijo que no. Pero al mismo tiempo sí contó, como suele pasar con esta clase de historias, lo que le pasó a alguien cercano.
«Yo soy un poco escéptico en estas cosas, pero mi hermana una vez llevó a su hijo a esa plaza, todavía no se sabía de la presencia del ente, y se cruza con una vecina del lugar y charlando le cuenta que había visto una niña hamacándose a la madrugada, esta mujer no le prestó mucha importancia ya que al vivir enfrente de la plaza constantemente veía niños jugar en ella y como hace poco se habían entregado las viviendas no conocía a los vecinos, por lo tanto, pensó que se trataba de una simple criatura jugando en la plaza. Después, hablando con los viejos habitantes del barrio, le comentan a esta señora que había visto hamacarse a una niña, que se trataba de un fantasma que siempre anda por ese lugar, al enterarse de esto casi le agarra un ataque».
Su relato cierra con una advertencia: «Los vecinos de más años en el barrio me advierten que no concurra a esa plaza por las tardecitas ya que puedo generar una molestia en el fantasma y puede reaccionar de mala manera».
OTRO TESTIMONIO
Parecía que el relato de Luis iba a quedar solo ahí, pero varios años después tuvo una respuesta. Una persona de identidad anónima hizo un comentario sobre su historia y agregó algunos datos.
«Buenas, la historia de la aparición de la joven fantasma es cierta, ya que siempre se escuchan testimonios de personas que la suelen ver, incluso un vecino la vio de cerca en una esquina a las 10 de la noche sin darse cuenta que se trataba de un ente. Pero al notar algo raro en esa presencia se retiró asustado; también una vecina manifestó que su sistema de cámaras la grabó pasando por la calle a la madrugada, lo que sí desconozco es el motivo del suicido y es cierto el hecho de que la chica se colgó de un árbol. Este último hecho, averiguando se remonta hace 22 años, ya que una señora manifestó conocer a la chica que sufrió ese trágico hecho, también una vecina de la zona», escribió esta persona desconocida que al parecer, también reside en el barrio.
El Ponce es una de las barriadas más populosas de la ciudad y con los años y el plan de viviendas fue sumando nuevos vecinos. Aun así, en la zona están vigentes las creencias, como la de esta joven misteriosa en una plaza por la que nadie quiere pasar de noche.