Según la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), una persona puede ausentarse a su empleo tras la pérdida de un familiar. Esta legislación su artículo 158, establece cinco situaciones en las que un trabajador puede gozar de licencia especial, siempre en días corridos.
El primero es frente al nacimiento de un hijo, por dos días; el segundo, por matrimonio, alcanzando los 10 días.
El tercero es por fallecimiento del cónyuge «o de la persona con la cual estuviese unido en aparente matrimonio»; de hijo o de padres, por tres días. Otro caso de licencia especial es frente al fallecimiento de un hermano, con un solo día.
Y por último, para rendir un examen, ya sea de enseñanza media o universitaria, allí se otorgan dos días corridos por examen, con un máximo de diez días por año calendario.
LEGISLACIÓN
Según el estudio jurídico Rivas y asociados, la Ley Nº 20.744 sostiene que «en nuestro país se puede acceder a tres días corridos y no hábiles de licencia por el fallecimiento de un padre, hijo o hermano».
«Siempre es difícil para los trabajadores lidiar con estas situaciones. Sin embargo, es importante añadir que si la tristeza, depresión, implica un cuadro médico acreditable, el trabajador tiene derecho a licencia por enfermedad en virtud del artículo 208 de la Ley de Contrato de Trabajo», añadieron.
De esta forma prosiguieron: «En este caso deberá acompañar certificado médico y ponerse a disposición del empleador para que constate la dolencia mediante el médico de la empresa. Asimismo, puede agregarse que los plazos citados corresponden a lo regulado por la Ley de Contrato de Trabajo, lo cual constituye un piso mínimo de protección, por lo que nada obsta a que, como ocurre en algunos Convenios Colectivos de Trabajo, los días de licencia por fallecimiento sean más amplios».
«Es justo agregar que, muchas veces es el empleador que, como muestra de buena fe le otorga al trabajador una licencia mayor. No es la generalidad de los casos lamentablemente, pero en algunas ocasiones se da», finalizaron.
CRISIS
Para la licenciada en psicología, Marina Mammoliti, atravesar el duelo es una parte inherente de la vida. «Cuando atravesamos una crisis, la sensación de derrumbe puede ser abrumadora. No se trata sólo de lo que desaparece físicamente, sino de lo que deja de tener sentido: planes que creíamos inquebrantables, certezas que parecían pilares, promesas que imaginábamos eternas», desarrolló al ser consultada sobre cómo transitar de la mejor manera estas circunstancias.
«En esos momentos, todo parece desmoronarse al mismo tiempo, como si no quedara nada en pie. El derrumbe nos obliga a detenernos y observar qué queda entre los escombros. Ahí, en medio del caos, aparece la oportunidad de elegir».
«Es un proceso doloroso, pero también profundamente revelador: nos conecta con aquello que muchas veces damos por sentado, pero que nos sostiene en los momentos más oscuros. A veces, en lugar de intentar reconstruir lo que había exactamente como estaba, el derrumbe nos invita a crear algo nuevo, más sólido, alineado con quienes somos ahora», finalizó.
MASCOTAS
En la legislación actual no se contempla el vínculo que las personas pueden tener con sus mascotas. De esta forma, las licencias no se otorgan en caso de fallecimiento o no se contempla el tiempo puede llevar el cuidado del animal cuando contrae una enfermedad.
Hace unos años, el tema estuvo en el centro del debate público al poner en cuestión esto. Régimen de licencia para el cuidado de las mascotas.
CASO
El caso de la orangután Sandra sentó precedente en el hecho de establecer cuáles son los derechos tienen los animales y cómo son contemplados ante la ley. En ese momento, la Cámara Federal de Casación Penal en este fallo atribuyó a los animales el carácter de «sujetos no humanos titulares de derechos». Concluyó con el traslado de Sandra, del zoológico a un lugar mucho más adecuado para su desarrollo.
DUELO
Mientras el duelo se desarrolla, la persona afectada debe regresar a desarrollar su rutina laboral. «En algunas oportunidades, los espacios de trabajo nos pueden conectar con el disfrute cuando se trata de labores que nos entusiasman, y es entonces cuando también puede aparecer el sentimiento de culpa por tener una sensación de satisfacción», señaló Mammoliti.
«Aunque la culpa es una máscara más del dolor, también está bueno recordar que tenemos derecho a seguir viviendo. Es muy provechoso conectar con momentos de placer, siempre que sea posible», confirmó la licenciada.
Las familias multiespecie cada vez son más
A fines de 2023, un fallo judicial sentó precedente al ser inédito en la provincia de Corrientes, cuando desde el Juzgado de Familia N°4, a cargo de la jueza Carolina Macarrein, se dictó una medida cautelar para que un perro salchicha pase los fines de semana con una mujer que se había separado de su pareja.
Macarrein entendió que la mascota era «un ser sintiente», y que por tal motivo, no podía perder el vínculo con su dueña. Esta medida se enmarcó en favor de los derechos del animal. Respecto del caso, se explica que la pareja decidió adquirir la mascota y ambos aportaron económicamente para que el perrito llamado «Pope» llegara a sus vidas. La dueña no pudo tener más contacto con Pope, por lo que se presentó ante la Justicia para revertir esta situación.
Pope es un perro salchicha de un año, si bien en su momento fue adquirido por la pareja, vivía con su dueño y la mujer lo veía cotidianamente. La decisión que tomó la Jueza «se basó en la necesidad de mantener el vínculo materno-filial que existía, considerando a la mascota un ser sintiente».