El senador provincial de la UCR en diálogo con EL LIBERTADOR, opinó que el sistema de gobierno que figura Gustavo Valdés, de cara a los próximos comicios, goza de prestigio, imagen positiva y alta capacidad de gestión. Destacó que esto lo convierte en el centro de atracción de los votantes, y lo contrastó a las propuestas de la oposición. En ese sentido, afirmó que la falta de unidad opositora responde a una «pasarela de vanidades», donde cada candidato prioriza su aspiración personal antes que un proyecto común.
El senador provincial de la UCR, Noel Breard, en diálogo con EL LIBERTADOR, afirmó que que el sistema de gobierno encabezado por Gustavo Valdés se presenta con una sólida imagen positiva, prestigio y una destacada capacidad de gestión de cara a los próximos comicios.
Remarcó que estos factores posicionan al oficialismo como un núcleo fuerte de referencia dentro del escenario político provincial, y subrayó que la gestión actual ha logrado consolidar una base de apoyo significativa.
Por otro lado, el legislador contrastó esta situación con la de la oposición, a la que calificó como fragmentada y sin una propuesta unificada.
En este sentido, afirmó que la falta de cohesión entre los distintos sectores opositores responde a lo que denominó una «pasarela de vanidades», donde cada candidato prioriza su aspiración personal por encima de la construcción de un proyecto colectivo.
¿Cómo ve el desarrollo de la campaña en las localidades?
– Lo que tenemos que decir es que el «sistema gobierno», como me gusta llamarlo a mí para hacer una síntesis, lo estuvimos analizando científicamente a través de encuestas y evaluaciones sobre la gestión de los intendentes. Ustedes saben que Corrientes cuenta con 75 intendentes, de los cuales 68 pertenecen a nuestro espacio. A la vez, en general, todos los intendentes tienen una altísima imagen de gestión. Esto está garantizando dos pilares centrales: por un lado, la gestión municipal, que mayoritariamente, con una diferencia muy amplia en toda la provincia, le da un piso alto al sistema de gobierno; y por el otro lado, el gobierno provincial, que cuenta con una imagen positiva del 70 por ciento. Esto hace que, tanto desde arriba como desde abajo, se sostenga este sistema de prestigio y de expectativa de futuro, lo que genera una mirada optimista y cierta certidumbre en la gente. Ese es el gran motor que hace que la ciudadanía acompañe al sistema de gobierno cuando se enfoca en la provincia y en los intereses provinciales.
¿Está pensando en alguna candidatura?
– Yo tengo dos premisas fundamentales: compromiso y solidaridad. Y trabajo veinticuatro por siete. En definitiva, en este caso, estoy acompañando a los candidatos que defina el conjunto. No tengo expectativas en el corto plazo, mi rol es acompañar. Además, siempre sostengo que el trabajo que hacemos es un trabajo sin urna. Entonces, cuando llega el año electoral, ya tenemos mucha ventaja sobre aquellos que creen que solo hay que trabajar cuando están en el afiche o cuando se instala una urna. Eso es falta de experiencia. Hay muchos que piensan: «Yo trabajo si estoy en el afiche, yo trabajo si hay urna». Bueno, la gente entiende perfectamente esa diferencia y por eso distingue entre los dirigentes, incluso en el marco de la democracia, que muchas veces tiende a la generalización.
«Valdés tiene prestigio e imagen positiva»
¿Quiere agregar algo más?
– Sí. Y quiero agregar algo: el título central de esta nota debería ser que el sistema de gobierno que conduce Gustavo Valdés tiene prestigio, imagen positiva y genera expectativas, además de contar con alta capacidad de gestión.Fundamentalmente, esto lo posiciona como un núcleo muy fuerte de referencia, mientras que la oposición no ha logrado construir una alternativa real. Está fragmentada y atomizada, con múltiples candidatos a gobernador que vienen de distintos sectores y que no lograron unidad. En muchos casos, no se les dio la oportunidad de ser gobernadores en sus espacios originales, por lo que ahora es casi imposible que se junten, ya que cada uno prioriza su candidatura antes que el proyecto común. Eso genera lo que llamamos una «pasarela de vanidades», donde el deseo de ser gobernador está por encima de cualquier estrategia colectiva.
«El sistema de gobierno cuenta con respaldo y proyección a futuro»
El vicegobernador, Braillard Poccard en muchas oportunidades se ha referido al prestigio en política, y siempre se asocia su nombre a esa situación, senador.
– Sí, pero lo que sucede es que en política hay que cumplir etapas. En este momento, mi rol es apoyar. Así funciona la política: hay un sistema de solidaridad y de alineamiento. En otro momento me tocará estar en el afiche o no, pero este es el momento de apoyar. En cuanto a Braillard Poccard, es un socio con gran solidaridad, un fuerte trabajo político y una base electoral muy importante. Usted puede ir a cualquier barrio de la capital y siempre va a encontrar ese logo amarillo del PP.
Y uno que recorre los barrios reconoce ese trabajo militante de Pedro. Y quizás usted se pregunte cuál es su secreto para mantener ese nivel de vigencia. Primero, muchos no saben que él es profesor de Derecho Político. Tiene una gran formación, es uno de los hombres que más se prepara en la provincia.
Eso no es un tema menor. Y, además, simultáneamente, tiene un gran trabajo de territorio. Entonces, si combina preparación intelectual con trabajo en el terreno, obtiene una fórmula perfecta para hacer un aporte constante a esta alianza.
«Chaco es distinto a Corrientes»
¿Qué opina sobre el marco de alianza al que se supeditará el gobernador en Chaco Leandro Zdero, el encuentro de oficialismo, UCR y LLA?
– Cada provincia tiene derecho a conformar su propia alianza provincial. Esto es una norma que el radicalismo respeta desde hace mucho tiempo. El contexto político provincial es distinto entre Chaco y Corrientes. Ellos tienen un sistema más bien bipartidista, aunque atenuado. El problema central que enfrenta Chaco es la estructura del peronismo histórico encabezado por Capitanich, que Zdero logró desplazar por primera vez. Sin embargo, esa administración dejó una gran herencia de endeudamiento y problemas sociales. El peronismo chaqueño sigue teniendo peso, lo que obliga a Zdero a mantenerse en competencia para evitar el regreso del kirchnerismo con Capitanich. Por eso, es legítimo que Chaco analice su propia estrategia sin que eso afecte el esquema nacional. Además, la elección allí será el 26 de octubre, ya que Zdero decidió desdoblarla, lo que permite que el foco esté puesto en la provincia. Como bien dice el gobernador, son situaciones diferentes.