La Madre de los correntinos, la Virgen de Itatí, acompañará hoy en suelo mexicano a la sagrada imagen de San Luis Rey de Francia en la procesión de ocho cuadras en San Luis de la Paz, Guanajuato, desde el Templo donde se encuentra una réplica pequeña del Santo Patrono de la ciudad, hacia la Parroquia donde se encuentra la imagen central. La transmisión se puede seguir a través de SanLuisdelaPaz.com, desde las 13.30.
En diálogo con EL LIBERTADOR, José Omar Garcia contó cómo tan emblemática imagen del nordeste argentino, peregrinó los kilómetros hasta llegar a Guanajuato, México. En el 2012, desde la radio municipal de San Luis del Palmar, Corrientes, Ariel Reyes se puso en contacto para establecer un diálogo con otra ciudad del mundo que también venerara como patrono a San Luis Rey de Francia, para “hermanarse a través de la fe”.
A través de llamadas telefónicas en el programa radial que eran escuchadas por los sanluiseños, se les hizo una invitación formal a los mexicanos para que visitaran Corrientes y participaran de la Peregrinación a la Basílica de Itatí, que se concretó al año siguiente. Pero los sanluiseños hicieron un pedido especial: que trajeran a la Virgen de Guadalupe con ellos.
García buscó con su familia en distintas ciudades una réplica que fuera como imaginaban y la hallaron, inesperadamente, en San Luis de la Paz, su mismo pueblo. Esta imagen de gran tamaño viajó por separado a través de encomienda directa a San Luis del Palmar, para impedir que el viaje en avión, entre las valijas, pudiera lastimarse. Sin embargo, la imagen fue retenida en Buenos Aires por procedimientos formales y al pueblo correntino llegaron primero los mexicanos, José Omar, su madre, Conchita Hernández, y el cantor Mario Vega, con una imagen más pequeña de la Virgen de Guadalupe.
Fue esa pequeña réplica la que siguió a los tantos sanluiseños que en el amanecer del 13 de julio, como cada año, emprendieron el camino hacia la casa de la Madre con sus carretas y jinetes. “Una peregrinación así de grande, que se fuera todo el pueblo, tantos kilómetros y por tantos días, es algo muy impresionante. Por lo general, a las peregrinaciones de larga distancia va la gente más humilde de San Luis de la Paz, no se va la gente rica. En San Luis del Palmar eran jóvenes y adultos mayores, ricos y pobres. Yo nunca había visto tantos caballos juntos, ver a los gauchos de las revistas y las películas, verlos en vivo. Y el cariño de la gente fue inmenso, que la gente saliera a la carretera a gritar “¡Viva, México! ¡Fuerza, México!”, era algo muy bonito, fue una experiencia muy hermosa”, contó García.
Fueron recibidos en la Basílica, en cuyo atrio el músico Mario Vega pudo compartir sus canciones con el pueblo correntino congregado en la plaza durante la vigilia del 15 de julio. Y antes de su regreso a México, como un obsequio que formalizaba el hermanamiento entre ciudades, la familia sanluiseña anfitriona les entregó una Virgen de Itatí para que volviera con ellos a San Luis de la Paz.
Esa Virgen peregrina es la que hoy acompañará a un San Luisito, que debido a los casi 300 años de antigüedad que tiene, sale de su Templo solo una vez al año: el domingo anterior a su fiesta patronal. En su caminar con fe, los acompañará nuestra Madre correntina, así como en San Luis del Palmar, la Virgen de Guadalupe vela como protectora de un barrio nuevo. Su manto maternal extendido entre dos ciudades con “medio mundo de distancia”, como dice García.